#TuNombreFeminicidio

Fue impactante ver que cada una de las mujeres que lanzaban el tuit encontraban feminicidios cometidos de homónimas en algún lugar del país. Es estremecedor pensar que no hay nombre que se escapa en un mar de casos enterrados que sucedieron en cada rincón del territorio nacional.

Parece que las grandes noticias se enciman sobre lo urgente. Pasamos por una pandemia, pero las problemáticas de siempre siguen efervescentes. Ni la violencia, ni la inseguridad, ni los robos, ni los asesinatos, ni los feminicidios han presentado tregua en México. Se siguen presentando y nada ha cambiado. La atención está puesta en el Covid-19, pero no significa que por voltear a otro lado, los problemas desaparecen.

De hecho, sabemos que desde el confinamiento, la violencia de género aumentó. Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el primer cuatrimestre del año, se iniciaron 68 mil carpetas de investigación por violencia familiar, es decir, aumentaron 10 por ciento.

Según un análisis de la Organización Intersecta, que habilitó una línea telefónica de ayuda para que las mujeres reportaran violencia familiar, asegura que en abril pasado las llamadas a la línea aumentaron un 97 por ciento.

También, se reportaron después de abril bajas en las denuncias por el mismo tema, sin embargo, algunos expertos aseguran que eso no necesariamente se debe a que la violencia se redujo, si no a las medidas de restricción para colocar una denuncia debido a la pandemia por coronavirus.

Es necesario atender lo que es urgente. Hace mucho que la violencia contra la mujer pasó de ser un asunto de importancia a uno de extrema urgencia.

Usted puede googlear cualquier nombre y encontrará varios casos de mujeres asesinadas con esos nombres. Verá cualquier edad, cualquier estrato social, cualquier profesión, cualquier ciudad.

La violencia contra la mujer es una pandemia que lleva muchísimo tiempo sin ser atendida. ¿Cuánto más debemos esperar?