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La página oficial que sirve para que la ciudadanía pueda aspirar a ocupar un puesto en el Servicio Profesional de Carrera del Gobierno federal funciona muy bien técnicamente hablando. Lástima que funcionarios de todas las secretarías lo manipulen a su antojo, solapados por algunos de la Secretaría de la Función Pública.

El día de ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que los gobiernos anteriores “metieron en el servicio civil de carrera del gobierno a sus allegados, hicieron la faramalla de llevar a cabo exámenes, pero al final ya se sabía, todavía tengo que estar parando esas cosas, supuestas ternas... Ya todo va dirigido”.

Yo no podría haberlo dicho mejor. Es una vieja práctica que se sigue ejerciendo para que los titulares de las áreas puedan darle el espacio a quien ellos quieran.

Teniendo como marco miles de vacantes por renuncia en esta nueva administración, la forma de operar es la siguiente:

Las áreas elaboran los exámenes, así que ellos mismos pueden disponer y decidir indebidamente a quién se lo comparten. Ellos programan a discreción las fechas para las diferentes etapas del procedimiento, piden leer miles de cuartillas y ponen fecha de examen en dos días.

Citan temprano al examen de conocimientos y por la tarde aplican el examen psicométrico y el de habilidades gerenciales; a veces hasta la revisión de documentos y valoración de la experiencia. Todo armado y dirigido para hacerlo imposible.

A veces enciman las fechas impidiendo que puedan participar en más de un concurso a la vez. Y si hablamos del diseño de los exámenes, encontramos que piden dominar de memoria, no solo el articulado de la legislación correspondiente, sino identificar el contenido textual de fracciones e incisos.

Piden memorizar manuales de organización y de procedimientos, para preguntar sobre algún trámite muy específico en medio de cientos de páginas. Cosa que tal vez, solo tal vez, el funcionario de base que lleva años realizando ese trámite, podría conocer a ese detalle.

Exigir identificar el contenido textual de un artículo o fracción, entre tres opciones, de las cuales la única diferencia es una palabra y que además se trate de sinónimos, es en realidad una falta de respeto, por decir lo menos.

Y si en los exámenes alguien logra obtener el mejor resultado, mágicamente en la revisión documental y valoración de la experiencia, la elegida o elegido lo rebasa sorpresivamente, colocándose en primer lugar.

Para los tres que lleguen a la entrevista, a pesar de todos los obstáculos mencionados, se enfrentan a un examen oral donde nuevamente la memoria es primordial. Casualmente, el elegido o elegida de origen, siempre sale avante y con el nombramiento.

Muchas personas honestas y capaces se van desilusionando en el camino, quedan lastimadas en la confianza que tenían en este gobierno. Sale muy caro al país que quienes tengan que atajar estas prácticas sean el Presidente y su Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, quien es conocida por combatir la corrupción.

Ante la observación presidencial revisará quién le está metiendo gol y llamará a cuentas a todos sus representantes que asisten de paleros en estos procesos de selección. Ya encarrerada detendrá el abuso de nombramientos temporales en que incurren los titulares de las áreas, al amparo del artículo 34 de la Ley del Servicio Profesional de Carrera.