El Foro Alicia: entre la represión y la reapertura
Columnas lunes 02 de junio de 2025 - 01:00
@onelortiz
https://youtu.be/HhB4kPJ7LOA?si=C7bBK3dA4AqKDNWC
El Foro Alicia, fundado en 1995 por Ignacio Pineda, ha sido por décadas un punto de encuentro para el rock y las expresiones culturales alternativas de la Ciudad de México. Fue un espacio donde las bandas emergentes encontraron un escenario y el público un refugio para la contracultura. Sin embargo, en días recientes, este histórico recinto se vio envuelto en una polémica que revela las tensiones persistentes entre la autoridad y la cultura independiente.
El intento de clausura se convirtió en un deslinde de culpas entre la Alcaldía Cuauhtémoc, encabezado por Alessandra Rojo de la Vega y el giobierno capitalino de Clara Brugada. Lo más alarmante no fue sólo la presencia de funcionarios locales, sino la participación de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad, instituciones que, en teoría, deberían estar enfocadas en problemas de seguridad real, no en silenciar guitarras y voces disidentes.
La intervención estatal en el cierre del Foro Alicia representa una peligrosa confusión entre orden y censura. La cultura, y más aún la cultura independiente, no puede ser objeto de la mano dura. Cuando la autoridad olvida la diferencia entre cultura y delito, la consecuencia es la represión de espacios que durante décadas han sido semilleros de creatividad.
A toro pasado, nadie le dijo, nadie le informó, la jefa de Gobierno Clara Brugada reaccionó con la retórica de la izquierda: condenó la medida y ordenó la reapertura del Foro Alicia. Sin embargo, su respuesta —aunque correcta— no deja de ser tardía y reactiva. En política, como en la música, los silencios también dicen mucho. La pregunta de fondo es por qué se permitió que llegara tan lejos un operativo que no sólo afectó a un lugar, sino que envió un mensaje de desconfianza a la cultura independiente.
Porque no se trata sólo de reabrir un foro. Se trata de restaurar la confianza entre las autoridades y los espacios culturales que dan vida a la ciudad. Se trata de entender que la cultura no es un adorno ni un problema de gobernabilidad: es la voz misma de las generaciones que buscan nuevos caminos para expresarse.
El Foro Alicia seguramente volverá a abrir sus puertas. Pero el verdadero desafío es garantizar que ningún foro vuelva a ser clausurado bajo pretextos burocráticos. La cultura debe ser defendida no como un favor, sino como un derecho. Porque un país sin foros como el Alicia no sólo se queda sin música: se queda sin futuro. Eso pienso yo, usted qué opina. La polítoca es de bronce.