Soberanía eléctrica: una historia (2)

Columnas jueves 09 de diciembre de 2021 - 01:00

Retomo exposición del martes pasado. A lo largo de toda la década de los años 50, la relación entre el precio de compra a la CFE y el precio al que vendían las empresas eléctricas extranjeras llegó a ser de más 4 a 1. Eso explica sus enormes ganancias y el poco interés por invertir en generación. Como consecuencia, había una agria protesta social en su contra, fundamentalmente de millones de usuarios organizados en las llamadas Ligas de Consumidores Domésticos, quienes desde los años 40 demandaban la nacionalización de la industria eléctrica.

Los registros históricos reportan que aquel día 27 de septiembre de 1960 el Presidente Adolfo López Mateos escribió una larga carta al pueblo de México, que el Presidente López Obrador, conocedor de los simbolismos de la historia, rememoró en el aniversario hace unas semanas y de la que hay que recordar cuando menos estos dos fragmentos, por su impresionante actualidad:
"Les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la Nación, pero no se confíen porque en años futuros, algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros.”

“Ni un paso atrás, fue la consigna de Don Lázaro Cárdenas del Río al nacionalizar nuestro petróleo.

Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica.

Pueblo de México: los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la Nación que conformamos… ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos. Solo un traidor entrega su país a los extranjeros…”

“En México la Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano. El resto de las especulaciones al respecto son traición a la patria. Industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria”

Jorge Luis Borges decía que la historia universal no es sino la diversa entonación de unas cuantas metáforas. Al contemplar este 61 aniversario, al evocar a Adolfo López Mateos, estamos en presencia de la más grande metáfora nacional: la aspiración histórica de México por obtener y retener el control de sus industrias estratégicas como palanca del desarrollo; la lucha por el bienestar popular frente a las pulsiones antinacionalistas del gran capital; y la esperanza de un futuro mejor para nuestros hijos e hijas.

Ese momento luminoso de nuestra historia nos compromete a todos, desde este Siglo XXI, desde nuestra trinchera, a seguir sirviendo a los 3 propósitos que animaron a López Mateos en los sesenta: Progreso para el país, justicia para el pueblo y dignidad para la nación.

@ElConsultor

gsergioj@gmail.com

Envie un mensaje al numero 55 1140 9052 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas


TIRADITOS

2025-04-25 - 01:00

El Papa del amor: el legado de Francisco en la vida de una mujer de la diversidad

2025-04-25 - 01:00

Jordania y el enigma del Pilar de Lot: un viaje al corazón del desierto bíblico

2025-04-25 - 01:00

Los irresponsables (ambulantes)

2025-04-25 - 01:00

Marchas o guerra civil en EU

2025-04-25 - 01:00

¿ Quiénes Somos ?


Aviso de Privacidad


Contáctanos


info@contrareplica.mx