“Asesinato de Ingrid es una respuesta contra el feminismo”: expertos

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Sin planeación, de manera desorganizada, donde el tema del consumo de alcohol o drogas pudo influir, pero con evidente ventaja por parte del presunto feminicida Erick Francisco “N”, un ingeniero civil de 46 años, fueron las circunstancias del crimen en contra de Ingrid, aseveraron criminalistas y especialistas.

La especialista en psicología y criminalística de la Universidad La Salle, Diana Jiménez, expuso que con la información que se tiene hasta el momento de la carpeta de investigación y de los videos que se filtraron, el presunto responsable, por su postura cuando lo detienen, cuando declara el crimen, donde no tiene la mirada hacia la cámara, “pareciera que cometió el crimen sin planeación, de manera desorganizada”.

“Tan no lo tenía planeado que en el momento del crimen no sabe dónde depositar los restos. La forma en que deja las condiciones del cadáver no es organizada. Dentro de esa desorganización él le avisa a su exesposa que cometió un homicidio”, dijo a ContraRéplica.

El presunto responsable tenía muchas características ventajosas frente a la víctima, además de vivir en pareja con un vínculo amoroso, tenía un evidente dominio sobre ella por el tema de la edad, él de 46 años y ella de 25, agregó.

Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo, expuso que en el caso de Ingrid, como casi todos los feminicidios, tienen antecedentes de violencia familiar, es decir, no son casos espontáneos de violencia extrema. Generalmente hay antecedentes, por lo que si la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México “le rasca un poquito” seguramente encontrará estos antecedentes.

Es importante que se investigue si hubo una denuncia previa ante el Ministerio Público, qué seguimiento se le dio, si se atendió o se desechó, como en ocasiones ocurre por cuestiones burocráticas, indicó.

“En México más de 80 por ciento de la violencia intrafamiliar es contra la mujer. Seguro que la víctima tuvo muchas señales de que algo andaba mal”, dijo.

El criminólogo Nahim Aguirre Chagollán reconoció que se requieren más datos para conocer el perfil del acusado, pero lo grave es que este crimen “puede ser una respuesta al movimiento feminista que existe, que está en auge en México. Es una respuesta violenta al cambio de roles que se está dando en el país. El tema de quitarle la piel a la víctima es algo normal en una persona asustada, que quiere desaparecer el cuerpo. Eso podría ser un factor para actuar con esta respuesta violenta hacia la mujer”.