Johnny La Mont
El 19 de abril de 1970 surgió Movimiento 19 como una opción frente a un orden bipartidista que gobernó Colombia desde los cincuenta y hasta la irrupción 2022 en las urnas del actual presidente Gustavo Petro, quien con la bandera de la coalición Pacto Histórico relevó el 7 de agosto del año pasado al controvertido antecesor Iván Duque para encabezar esa nación durante el período 2022-2026. En entrevista exclusiva con ContraRéplica su hermano y Alto Comisionado de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos Juan Fernando Petro, advirtió “América Latina no alcanzará la paz mientras prevalezcan condiciones de injusticia social”.
Paz perenne
¿En qué momento 2022 -2026 considera que Colombia logre condiciones de paz permanentes?
Colombia tiene, digamos que dos mapas el regional, que todo el mundo conoce, pero otro político diferente, porque con respecto al tema de la violencia, está siendo construido con unos límites completamente diferentes al geográfico. Demasiados grupos de violencia existen en este momento en Colombia, que se alimentan con errores de los anteriores acuerdos de paz como con las FARC dejó en los territorios el espacio que no llenó el gobierno con políticas de justicia social y de participación de las comunidades, sino atrapado por una gran diversidad de grupos en principio pequeños que se fueron organizando, creciendo, tomando esos espacios, metiéndose entre las comunidades y utilizándolas en sus usufructos de intereses como grupo. Ya son muchos los grupos por todo lo largo y ancho del territorio nacional de autodefensa paramilitares, disidencias de guerrilla, bandas criminales, oficinas de extorsión en las ciudades. Es decir, tanto urbana como ruralmente, el problema de la violencia es complejo. Y en esa lógica y en esa dinámica de violencia que tiene Colombia desde hace mucho tiempo, ahora aparece la figura de un presidente que intenta encontrar a través de diálogos y leyes de sometimiento, cómo generar en esos espacios de violencia con estos grupos y las comunidades dinámicas la paz total.
¿Cómo puede coadyuvar Juan Fernando Petro con presidente de Colombia desde la perspectiva de una representación regional la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos, las condiciones que permitan garantizar la paz en Colombia?
Sí, la Comisión sirve de puente para generar espacios de confianza con estos grupos de violencia que nos llevan a sentarnos tú a tú a hablar, a mirar cuáles son sus perspectivas, sus proyectos, sus quehaceres en los territorios, para tratar de encontrar espacios de diálogo, no de negociación para que entendamos todos que si no encontramos en esas regiones dinámicas de paz a través de inversión social, política, económica, entonces llegaremos a ningún espacio de diálogo y menos un espacio de negociación. Lo que hace la Comisión es servir de puente entre esas comunidades, los agentes de violencia y el gobierno, interpretando lo que están pidiendo tanto las comunidades como los grupos de violencia al gobierno.
¿Cómo enfrentar el desafío los carteles y los transnacionales mexicanos que incluso ofrecieron 200 mil millones de dólares para la compra de una parte importante del territorio de Colombia?
Sí, es el territorio de Urabá un dato a mí me asombró. Eso fue una noche, a la una de la mañana, cuando dos miembros de la comisión, entre ellos estaba yo, llegamos a hablar con los comandantes de lo que los medios de comunicación llaman el clan del golfo. O Autodefensas Gaitanistas de Colombia, donde nos contaron precisamente eso. Ellos negaron que, en el sentido de que ellos no iban a vender un territorio, pero que les hicieron la oferta. Eso pasa a una lógica completamente diferente, porque hablamos de carteles internacionales de narcotráfico que desean comprar vastas extensiones del territorio colombiano para generar allí sus quehaceres de economía ilegal a través de la exportación de la droga y de todo lo que eso implica a nivel internacional. Se lo comenté al presidente de la República en un comunicado que entregó la Comisión, pero nos deja realmente sorprendidos hasta dónde se ha llegado en esta serie de temas tan complejos,
Esencia Bolivar
¿Es viable la integración latinoamericana a través del pensamiento vigente del bolivarismo?
Es un sueño, es una esperanza pues lo único real que existe es la unidad y lo que fragmente nos separe los pueblos de los otros, los grupos sociales de los otros, cuando la civilización se fragmenta, se mata, se autodestruye, se muere. Por lo tanto, el único principio de realidad universal es la unidad s i los pueblos se unen, pero no una unidad de sumatoria, sino de esencia se transforman, crecen y desarrollan. Eso es el espíritu esencial de las políticas de Gustavo Petro, su concepto de unidad expuesto en todas partes y que mientras no nos unamos como sociedad, pues vamos simplemente al despeñadero.
¿Qué mensaje envía Juan Fernando Petro a partir de la historia reciente de Colombia, que nos remonta a 1970, elecciones cuestionadas que marcan y dejan la esencia del bipartidismo y el Pacto Histórico que gobierna su país en estos últimos ocho meses?
La sociedad como un todo debe empoderarse de la paz que no implica una negociación entre una serie de grupos generadores de violencia y un gobierno particular, sino que tiene que inscribirse en el lenguaje, en el libro de cómo escribir las páginas como nos recordara la historia, porque pudimos hacer la paz. Si la sociedad no se empodera de este concepto, no hay absolutamente nada y, mientras exista esa injusticia y desequilibrio social que nos ubican como uno de los cinco países con mayor desequilibrio en el mundo no podemos hablar de paz. Es un derecho que la sociedad como un todo debe incorporar en su ADN.