¿Por equidad de género, presidenta en 2024?

Nunca México ha tenido una mujer en la presidencia de la República, siempre han sido varones, por lo tanto, con el mismo criterio que ahora aplica el organismo electoral para las candidaturas a gobiernos estales, procedería aplicar la equidad de género para las candidaturas presidenciales.

Quedarían canceladas las aspiraciones de las personas de sexo masculino, del canciller Marcelo Ebrard y de Ricardo Monreal, por Morena, que son los que hasta ahora más se han mencionado. También las de Ricardo Anaya, si pretendiera volver a competir por el PAN. Igual sucedería con el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, en la lista del partido Movimiento Ciudadano. Quedarían fuera prospectos del PRI y el PRD, de todos los partidos.

Entonces se abrirían y aumentarían las posibilidades para Claudia Sheinbaum por el partido en el poder. Para mujeres que tienen una posición de primer nivel, un cargo público o sin cargo y además habría que considerar a las que ya han competido por la presidencia.

Tendrían que tomarse en cuenta a Rosa Icela Rodríguez, Luisa María Alcalde, Irma Eréndira Sandoval, Rocío Nahle, Graciela Márquez, Alejandra Frausto, Olga Sánchez Cordero, Raquel Buenrostro, Dolores Padierna, Mónica Fernández Balboa, Citlalli Hernández, Martha Micher, Ifigenia Martínez, Kenia López Rabadán, Xóchitl Gálvez, Cecilia Soto, Patricia Mercado, Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala, Dulce María Sauri, Ivonne Ortega y muchas otras que sobresalen en la política y en la sociedad mexicana.

Sin embargo, lo que ha resuelto el INE para las candidaturas en gobiernos estatales todavía no es definitivo. Hay quienes no están conformes y juzgan que el instituto electoral ha rebasado sus límites al obligar la nominación de mujeres en siete gubernaturas.

En ese sentido la Junta de Coordinación Política del Senado, que preside Ricardo Monreal, ha enviado una carta al instituto para advertirle las implicaciones que tiene la medida.

El INE ha tomado literal lo establecido en la Constitución de que la equidad de género debe ser en todos los cargos, pero pareciera que eso no es el alcance que le dio el Poder Legislativo a la ley suprema.

Como se trata de controversia constitucional, inconformes presentarían recursos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tendrían que valorar si pierde o conserva su esencia el voto libre y secreto o si desde una norma se puede imponer el sexo de quien sería gobernante.