Por Daniela Méndez
En México, 7 por ciento de la población sufre asma, lo cual representa aproximadamente 8.5 millones de mexicanos con este padecimiento respiratorio crónico, que se caracteriza por crisis recurrentes de falta de aire y sibilancias (sonido silbante al respirar).
En el marco del Día Mundial del Asma, especialistas hacen un llamado a los pacientes a mantener un apego a su tratamiento que permite mantener un control de los episodios críticos y no solo aliviar los síntomas.
El asma es una enfermedad crónica que afecta a personas de todas las edades; es un padecimiento que no tiene cura, pero que se puede tener controlada mediante el diagnóstico y tratamiento adecuado, aunado a la educación que tenga el paciente para un correcto manejo de su enfermedad.
A menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado. Más del 80 por ciento de las muertes por asma se registran en países de ingresos bajos y medio bajos.
Los síntomas de asma recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad: absentismo escolar y laboral. La tasa de letalidad del asma es relativamente baja en comparación con otras enfermedades crónicas; no obstante, en 2015 fallecieron 383,000 personas por esta causa, la mayoría de ellas adultos mayores.
Para lograr un control eficaz es imprescindible contar con tratamientos adecuados y adaptados a la sintomatología de cada paciente y es importante que no interrumpan sus medicamentos ya que de lo contrario podrían exponerse a sufrir una crisis que potencialmente afectarían su calidad de vida.
Su médico es el indicado en la valoración de la enfermedad y recomendar el tratamiento más apropiado.
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