AMLO completo en su tarjeta Bienestar

Por GUADALUPE ROMERO

El cumpleaños de Andrés Manuel López Obrador se acerca y para la fecha ya se elige el menú de la comilona entre el capitalino puchero de res o el clásico tabasqueño, que ya se sabe preparar en Palacio, con calabaza criolla, yuca y macal; pero también se alista uno de los regalos que más reflectores tendrá: su tarjeta de adulto mayor del Banco del Bienestar.

El próximo 13 de noviembre se le entregará una gran tarjeta a escala de la original que sumará al primer mandatario a la lista de adultos mayores que reciben su pensión bimestral a través del Banco del Bienestar, que dirige Diana Álvarez Maury, quien concretó una alianza con MasterCard para que el plástico fuera aceptado como tal en todas partes.

El desafío de la tarjeta fue hacerla como el Presidente la pidió y espera verla. Uf, mayúsculo problema en el que metió a los diseñadores y operadores de TGS Card Solution y a los exigentes jefes de compras de Palacio, los vimos (suerte de reportera) contrariados en una de las primeras pruebas (y hubo quien contara el porqué).

El jefe del Ejecutivo exigió que “su tarjeta” llevara su nombre completo, con sus 24 letras. Les adelanto que, por las dimensiones del plástico y los requerimientos de seguridad y normatividad de lo impreso, fue imposible concretar la orden dada. La tarjeta de adulto mayor del mandatario solo alcanzó para imprimirle: Andrés M López Obrador.

Fue toda una misión imposible que espero sea merecedora del perdón del cliente preferente del Banco federal.

Thomas Greg & Sons de México (TGS) ganó la licitación pública en 2019 con vigencia hasta 2020, y posterior recibió una adjudicación directa para continuar como proveedor de la “fabricación, personalización, personalización de papelería y fulfillment de tarjetas bancarias contactless con chip EMV” que no se concluyó en tiempo por la inmovilidad a causa de la pandemia Covid-19.

La firma internacional ofrece: “tarjetas altamente seguras debido a que la información contenida debe autenticarse en la red, contamos con gran diversidad de microprocesadores y tecnologías dual interface para fabricar tarjetas de crédito, débito y vales. Fabricamos tarjetas con estándar de inter-operabilidad con circuito integrado para Europa y Mastercard VISA (EMV) y Payment Card Industry (PCI)”. Es decir, la especificación que el contratante, Banco del Binestar, pidió.

Del primer contrato todo se encuentra en Compranet, del segundo vigente aún no se sube la información; se han hecho cientos de prototipos hasta llegar a la tarjeta del color que el Gobierno de la 4T quiere, dejando en bodega muchos plásticos que nunca se usarán y habrán de destruirse por seguridad y con el costo que conlleva.

Hace unas semanas el propio López Obrador dijo en su cita diaria matutina que “después de 65 años, yo voy a recibir mi tarjeta. Porque era a partir de los 68, pero ahora es a partir de los 65. Tengo 67, ya voy a cumplir 68. Entonces ya puedo tener mi tarjeta y la voy a recibir, porque esa tarjeta, esa pensión, es universal. Me la van a entregar aquí”, a domicilio claro, sin formarse bajo el rayo del sol como todos los demás adultos mayores que buscan el apoyo económico.

El Presidente presume que la construcción de las sucursales del Banco del Bienestar ha progresado “de manera óptima” por lo que unas 2 mil 700 sucursales estarán dando servicio el próximo año. Ese es el plan.

“Va a ser el banco con más sucursales en el país, hasta en los pueblos más apartados para que la gente pueda cobrar sus apoyos. Lo que por derecho les corresponde”, asegura el mandatario y subraya que las pensiones bimestrales ya serán emitidas con el aumento de 400 pesos previamente anunciado.

El apoyo se irá incrementando poco a poco a fin de que para enero de 2024, la pensión equivaldrá al doble del actual, y ya le tocará al jefe del Ejecutivo quien a partir de noviembre recibirá sus 3,100 pesos, y si todo sale como él lo manda, en 2022 sumará en su cuenta más de 6 mil pesos bimestrales, lo que le permitirá tener por primera vez tarjeta y cuenta bancaria, servicios financieros que hasta hoy ha negado poseer.

Aunque se desconoce cuántas tarjetas ha fabricado TGS, cuántas no servirán y qué número se planea tener en circulación con el color institucional de la 4T, si hacemos un cálculo somero tenemos que el contrato firmado fue de 65 millones 948 mil 276 pesos más IVA y el costo de las tarjetas va de 26 a 39 pesos por unidad más IVA, por tanto debe alcanzar para la producción de aproximadamente 1 millón 690 mil 982 plásticos. Lo anterior con base en los datos publicados en Compranet.

Contando al Presidente, según información del INEGI, 12 de cada 100 habitantes del país tiene más de 65 años. Aproximadamente se necesitan para cubrir a todo este estrato de la población unas 14.5 millones y 4 mil 459 millones de pesos bimestrales, y creciendo…. ¿Alcanzará?

Por lo pronto ya se busca el moño color guinda para la “tarjetota” de Andrés Manuel López Obrador y sus 24 letras.