AMLO y Dilma Roussef ante el legado de Tenochtitlan

Este jueves el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la ex presidenta brasileña, Dilma Rousseff, evidenciaron el legado cultural de la capital mexica de México-Tenochtitlan, ubicada en la Ciudad de México, en el contexto de los 700 años de su fundación.

“Mientras exista el mundo, no acabará la gloria ni la fama de México-Tenochtitlan”, dijo AMLO.

Lo anterior sucedió con AMLO desde el Templo Mayor, recinto ceremonial de Tenochtitlan, acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller,

Rousseff como invitada de honor y representantes indígenas.

El Gobierno mexicano celebrará distintas ceremonias a lo largo de 2021 para conmemorar los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, los 500

años de la conquista de Hernán Cortés (1521) y los 200 años de la Independencia de México (1821).

“Antes de la llegada de los españoles, Tenochtitlan era una ciudad grandiosa, como expresaron con profunda admiración los propios invasores”, subrayó el presidente.

Por su parte, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México cuestionó el título de “conquista”, ya que no se pueden olvidar de la “riqueza” de los 7 millones de indígenas en México.

“Como jefa de Gobierno de esta hermosa y grandiosa Ciudad de México, no pretendo más que estar a la altura de este pueblo milenario que cada día nos hace sentir más y más orgullosos”, expresó.

Por su parte, Dilma Rousseff, destacó que Tenochtitlan fue “una de las ciudades más deslumbrantes de la historia de la humanidad”.

La actual Ciudad de México conserva su “identidad e historia que todavía se resiste en todos los rincones” y que es “un orgullo para todos los latinoamericanos”. dijo la brasileña.

“México no es más una tierra de conquista”, dijo.

Rousseff, presidenta de Brasil desde 2011 hasta su destitución en 2016, es parte de la lista de líderes progresistas de América Latina invitados por López Obrador.

El primero fue el presidente argentino, Alberto Fernández, además del boliviano Luis Arce y el mandatario de Guatemala, Alejandro Giammattei.

Por su parte, el Gobierno español confirmó su intención de participar en los festejos, aunque no considera disculparse por la conquista.