ARTISTAS URBANOS PIDEN QUE LOS DEJEN TRABAJAR

Claudia Bolaños

Artistas Urbanos del Corredor de Madero y la avenida Juárez se manifestaron frente a la Alameda Central en demanda de que se les permita trabajar y se deje de discriminar y criminalizar a este sector que lo único que hacen es ganarse la vida fomentada la cultura y la diversión.

Berenice Alanis, representante de este gremio exigió que el gobierno de la Ciudad de México detenga de una vez los operativos policiacos y las remisiones al juez cívico solo por el hecho de cambiar despensa a cambio de una fotografía.

Los Revolucionarios, La mujer Araña, Batman, entre otros personajes dijeron que desde hace cinco meses, no tienen un ingreso económico y la ayuda que les prometió el gobierno local y federal nunca llegó.

“Por eso exigimos que con todos los protocolos que se requieren en esta pandemia, se nos permita volver a trabajar o que el mismo gobierno nos contrate para hacer conciencia del uso de cubre bocas”, refirió la mujer Araña.

El pasado fin de semana, pese a la tolerancia que había prometido la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum en torno a los artistas urbanos, doce artistas urbanos fueron arrestados y conducidos al juzgado cívico en Cuauhtémoc.

Quienes se ganan la vida interpretando a personajes infantiles, conscientes de la situación económica sólo piden a cambio de que los transeúntes se tomen la foto a cambio de cualquier alimento de la canasta básica para poder llevar a sus casas que comer.

No obstante han sido detenidos y tratados peor que acrimínales y aunque los elementos de la secretaría de seguridad ciudadana junto con personal de gobierno los llevan al juzgado cívico, tienen que desembolsar la multa, dinero que hace falta para subsistir.

“Queremos trabajar, queremos trabajar...”, se sucucho sobre la avenida Juárez y el Eje Central donde los artistas urbanos llamaron la atención por sus característicos trajes, algunos de ellos comentaron que de seguir la crisis económica por la que atraviesan se verán en la necesidad de “torear” a las autoridades o vender sus trajes.

Imagen: Especial