Por Osvaldo Córdova
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En medio de las protestas por el aumento del índice de feminicidios en el país, el Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que se debe “moralizar al país y purificar la vida pública”, acciones en las que no dejará de insistir sólo porque se lo demanden durante las protestas.
Expuso que durante las marchas por los asesinatos de Ingrid Escamilla y de la niña Fátima un colectivo entregó un pliego petitorio en el que pedía abandonar la moralización de México.
“No porque vivieron a hacer una manifestación yo voy a renunciar a mis convicciones de siempre, si por eso luchamos, para lograr un cambio en lo material y en lo espiritual”, asentó.
“Nos están matando. No se va a acabar con una constitución moral. ¡Estamos hartas!, ¡hartas! ¡Por Ingrid, por Fátima, por todas!”, eran los gritos de las mujeres durante la protesta del pasado martes en Palacio Nacional, convocado por la colectiva feminista Dignas Hijas.
“Vinieron de un colectivo que nosotros respetamos, y en su texto, su planteamiento en contra nuestra es que se oponen contra la moralización que nosotros promovemos. Yo respeto su punto de vista, pero no lo comparto”, afirmó el Presidente.
Así que su Gobierno, añadió, va a seguir sosteniendo su creencia, pues “no le hacemos daño a nadie”.