CIUDADES C3E: Cercanas, Compactas, Conectadas y Equitativas

Todos hemos soñado con una ciudad más armónica, transitable, sustentable y, sobre todo, segura. Pero la realidad dista mucho de los sueños que podamos tener.

Hoy más que nunca, testigos somos de cómo han evolucionado las grandes urbes y también los grandes problemas que traen consigo. En la actualidad se pierden 4 años de nuestra vida en el tráfico, aniquilando el 30% de productividad, fomentando la obesidad y restando 3 horas diarias al sueño, a la diversión y convivencia familiar. Así lo señala un estudio de la casa consultora Riva Group y el índice Tom Tom.

Los especialistas en construcción de suburbios aseguran que, de seguir así, en 20 años estaremos en un colapso irreversible y el mismo calentamiento global, las enfermedades derivadas del caos citadino y la ingobernabilidad del espacio público nos fulminarán de tajo.

Por ello, atendiendo a los que saben, se han constituido institutos focalizados para resolver, de alguna manera, esta apocalíptica visión. Los Institutos Metropolitanos de Planeación (Imeplan), quizá no sean la solución completa, pero coadyuvan en impulsar proyectos para hacer frente al reto de las metrópolis (que son 74 para nuestro país).

Según Gutiérrez Padilla debemos resolver los problemas que hoy nos caracterizan como ciudades 4D (Dispersas, distantes, desconectadas y desiguales) y dar paso a las condiciones necesarias para evolucionar rumbo a una Ciudad C3E.

Pero, ¿qué es una Ciudad C3E? es aquella localidad que se caracteriza por estimular comunidades Cercanas, Compactas, Conectadas y Equitativas. Un reto que se antoja muy complicado, pero que sin duda, genera los algoritmos para ordenar operaciones sistemáticas que permitirán hallar la solución a los problemas de las poblaciones hipertrofiadas.

Gobernar una ciudad no es cosa fácil, habrá que pensar cómo las administraciones municipales elevan los debates para sostener las bondades de una urgente redensificación de territorios y sobre todo la reforestación intrínseca que conlleva el dotar de pulmones verdes a las selvas de concreto.

Aunado a ello, se hace vital que los ordenamientos de territorio se encuentren regulados y socializados para propiciar la inversión de acuerdo con el vocacionamiento del suelo. Se requiere entonces, armonización de nuevas centralidades tendientes a promover el desarrollo económico y sostenible.

Aunque parezca que esto está en “pañales”, debemos señalar que la tendencia de las ciudades-medias es emigrar a un modelo de metrópoli que aglutine el mayor número de proyectos viables, pertinentes, resilientes y transversales, partiendo de su particular potencial geográfico.