Confinamiento: ¿Terreno fértil para la violencia?

Columnas martes 14 de abril de 2020 -

La pandemia de Covid-19 ha cambiado la vida de todos, y nos debe llevar a la reflexión en diversos temas. En estos momentos, la agenda de los gobiernos alrededor del mundo ha direccionado su atención hacia la actual emergencia sanitaria, y se ha propuesto al confinamiento como una medida para prevenir el contagio. Sin embargo, Covid-19 tiene impactos diferenciados sobre las mujeres y niñas que viven en una situación de maltrato por parte de sus familiares al quedarse en casa, misma que ha aumentado con la tensión de la convivencia en el hogar y la crisis económica. Lamentablemente, la amenaza la están viviendo en donde deberían estar y sentirse más seguras.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), casi tres semanas después de haber iniciado la Jornada Nacional de Sana Distancia contra el nuevo coronavirus estimó, con base en el incremento de llamadas de emergencia que las mujeres han realizado al 911 en todos los estados de la República, la violencia contra la mujer incrementó entre un 30 y 100 por ciento. Asimismo, la Red Nacional de Refugios, A.C, manifestó que hubo un aumento del 60 por ciento en el número de llamadas por parte de mujeres solicitando su apoyo, y que sus refugios están al 80 por ciento de su capacidad, e incluso algunos al 110 por ciento, cifras que coinciden con la declaratoria del confinamiento obligatorio actual.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 75 por ciento de las personas que trabajan en la primera línea de asistencia sanitaria son mujeres y en muchas de ellas recae el cuidado en tiempos de cuarentena. En México, son ellas las que en promedio asumen 59 horas semanales de este tipo de trabajo, cifra que debido al confinamiento podría duplicarse o triplicarse. Además, las labores de cuidado se realizan, en muchos casos, sin remuneración económica, y de darse un pago por realizar esta actividad, representaría el 9 por ciento del PIB mundial, lo que equivale a 9 billones de dólares, en cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El problema al que nos enfrentamos todos los países no es sólo la propagación de este virus, sino la violencia que ha aumentado, reflejo de la inestabilidad laboral, bajos ingresos y falta de mecanismos de protección de los derechos de las mujeres. Es necesaria la adopción de medidas integrales dentro de los planes de respuesta nacionales frente a la Covid-19 que promuevan el bienestar de las mujeres, garanticen los servicios esenciales de atención, apoyo y seguimiento, así como aseguren procesos seguros de denuncia y protección social para todas aquellas mujeres que lo requieran.

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