Desmitificación de la mariguana

En esta semana se inició en Comisiones del Senado de la República el debate sobre la legalización de la cannabis. Por un lado, el punto en el que todos coinciden es en la legalización del uso medicinal de esta hierba, mientras que la diferencia radica en el uso lúdico de la mariguana, ahí no hay todavía acuerdo ni entre los integrantes de la bancada de Morena.

Sin embargo, hablar del tema de Cannabis, a muchos les espanta porque durante mucho tiempo México ha vivido con el enfoque prohibicionista y el estigma de que quien consume, en este caso, mariguana, es drogadicto.

Asimismo, ahora que estamos en la víspera de la celebración del Día de la Mujer y el paro que se ha planteado por parte de diversas organizaciones feministas para el lunes 9 de marzo, bien vale la pena destacar que existe una organización de mujeres en toda América Latina llamada “Mamá Cultiva”, conformada por madres que siembran el cannabis y elaboran gotas y ungüentos, buscando una mejor calidad de vida para sus hijos y que afortunadamente se ha extendido a México.

Ellas no actúan solas ni son improvisadas; han buscado el apoyo de organizaciones de especialistas como AMEXICCAN, que preside el doctor Gustavo Olaiz, conformada por médicos e investigadores que buscan la regulación con el objetivo de poder establecer protocolos realizados con pacientes mexicanos y comprobar las propiedades de la planta y con ello, desmitificarla.

Hay que recordar que desde 2017, existe esta reforma. El tiempo ha transcurrido y no obstante, la autoridad Sanitaria Cofepris, cuyo titular es José Alonso Novelo Baeza, —todo indicaría—, no hace su trabajo, pues prevalece un enfoque conservador que impide el avance en la elaboración de un Reglamento para el Cannabis y aplica la norma de manera ideológica.

En este orden de ideas, hay diversos testimonios por parte de quienes conforman Mamá Cultiva México, AC, la mayoría de ellas, bajo la consigna de que no por cultivar la mariguana, pueden ser juzgadas como delincuentes.

En uno de estos testimonios como el de Janely López Hernández se denuncia que no hay interés de poder satisfacer las necesidades de las mamás. Indican en muchos de estos testimonios que todavía se está a la espera de un marco regulatorio que “nos permita acceder a tratamientos o a semillas y que no sean sujetas de un amparo para cultivo o tengan que cambiar su identidad para la compra por miedo a las detenciones”.

Desde que empezó el debate en torno a este tema en nuestro país, hace ya casi cuatro años, hay personas en el olvido ya que no hay interés por preguntar, “no se han bajado a tener esa plática, esperemos que esa Ley dé una solución inmediata para que las muchas personas que cultivan merecen ser tipificadas a un marco de salud”.