Por: Claudia Arellano García
Ante el incremento de asesinatos en el país, contra mujeres, tipificados como feminicido resulta urgente una ley que frene y maneje la línea del respeto para los hijos y en general familiares que perdieron a un familiar ante actos feminicidas y es que desde Debanhi Escobar hasta Luz Raquel, recién fallecida a consecuencia de quemaduras infringidas por un grupo de personas, las versiones de los dictámenes siempre ponen un toque especial en tema de revictimización.
Ayer una de las notas principales de los diarios era que una de las chicas que fueron asesinadas en fechas recientes habría comprado el alcohol y hasta el encendedor con en el que fue rociada y que le provocó lesiones mayores en el cuerpo, mismas que después la llevaron a la muerte,
sumándose a la lista de feminicidios entre los que destaca el de Debanhi Escobar, Yolanda Martínez y una muy triste y larga lista.
En una reciente investigación por parte de medios nacionales se destapó que “aunque se han planteado "accidentes" o hasta supuestos suicidios como las causas de esa muertes, familiares y activistas han reprobado esas explicaciones calificándolas de inverosímiles y a veces hasta de "absurdas"”, cita el medio que lo publica, esto, sumado al grito desesperado de los familiares que piden justicia.
Dicen “que para muestra un botón” y es que La noche que se encontró el cuerpo de Debanhi dentro de una cisterna en un motel de Nuevo León, las autoridades en la entidad difundieron que su muerte habría sido un accidente, fue el médico forense Eduardo Villagómez Jasso quien dijo que Debanhi cayó con vida a la cisterna y luego informó que no tenía agua en los pulmones.
En tato en un caso más reciente La Fiscalía de Jalisco informó que se encontraron varias evidencias de que Luz Raquel, quien fue quemada viva compró en una farmacia botellas de alcohol y un encendedor, sin dejar declaración abierta, la autoridad ¿da un mensaje a la población?, acaso, ¿ella misma se bañó en alcohol y luego se quemó asimisma?, ¿decidió dejar descendencia y automatarse?
En el caso de Yolanda Martínez, la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delito contra las Mujeres dijo que se trató de un posible suicidio. “Tenía un estado probablemente depresivo, de ideas suicidas, de comunicaciones que hizo Yolanda a personas allegadas en las que dio información de dar un giro en su vida y de un evento complejo para sí”.
La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en el sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer. La muerte violenta de las mujeres por razones de género está tipificada en nuestro sistema penal como feminicidio.
La violencia contra las mujeres tiene su origen en la desigualdad de género, es decir, en la posición de subordinación, marginalidad y riesgo en el cual éstas se encuentran respecto de los hombres.
En tanto la revictimización o victimización secundaria, es la que surge a partir de que la persona que ha vivido una experiencia traumática, y al entrar en contacto con las autoridades o instituciones del estado, es receptora de tratos injustos e incluso puede ser criminalizada por el mismo acto del que fue receptora, actos que son comunes en los casos de quienes ya no están para dar testimonio de lo que sí les ocurrió.
Aunque hay un avance considerable en materia de revictimización, la brecha sigue siendo larga y el camino largo para recorrer lo que provoca que muchas veces las personas que sufren violencia no denuncien por las altas probabilidades de enfrentar el dedo que señala.