EL TRINQUETE, CON MUCHA HISTORIA QUE CONTAR

La Revolución Francesa dejó los juegos de pelota vacíos en Francia ya que se trataba de un deporte asociado con la nobleza, pero en el País Vasco Francés estas canchas fueron reaprovechadas, con el tiempo la modalidad evolucionó y fue adoptada por la pelota vasca. La gran emigración vasca a América del siglo XIX llevó consigo los trinquetes a América, ya que fueron también numerosos los inmigrantes vascofranceses que llegaron al continente, llevando consigo su cultura y aficiones.

En los trinquetes se juegan las especialidades de pelota mano; individual y por parejas, paleta goma (varonil y femenil), paleta cuero y share.

Por todo lo anteriormente mencionado esta modalidad de pelota vasca es una de las más interesantes de ver ya que por todas las trampas que tiene la cancha el juego se vuelve impredecible, el tejadillo lateral izquierdo es un arma deportiva que los pelotaris más experimentados usan para sorprender al rival mal parado además de que el hecho de ver la pelota correr por el tejadillo es algo que maravilla a la afición por su elegancia. El otro punto importante es el fraile, la unión del frontis y la pared derecha que no es como se pensaría un ángulo de noventa grados sino más bien una pared recta que hace que la bola haga efectos únicos por lo que el delantero debe estar con la atención al máximo. Debajo del tejadillo, en el plano vertical, se extiende una red o reja de metal o madera, llamada xare o en México gallinero. Si uno de los pelotaris logra lanzar la pelota a la red después de que haya botado en la cancha consigue tanto. Ahora ya conoces más a fondo esta modalidad de pelota vasca que es un espectáculo de primer nivel y en México contamos con grandes instalaciones como el mítico trinquete de Tulyehualco o el trinquete de Zinacantepec. Este fin de semana se entregó el trinquete de Coatlinchan en Texcoco una instalación de primer nivel de la que hablaremos la próxima semana.