El Sevilla consumó su eliminación en Liga de Campeones tras perder este miércoles en el Ramón Sánchez Pizjuán contra el PSV Eindhoven (3-2) en la quinta fecha del grupo B, un resultado que deja en la cuerda floja al técnico uruguayo del conjunto andaluz Diego Alonso.
Después de dos empates y dos derrotas en sus primeros cuatro partidos en Champions -los dos empates con José Luis Mendilibar como entrenador-, el conjunto andaluz parecía meterse de lleno en la pelea por clasificarse a las rondas eliminatorias de la máxima competición europea con los goles de Sergio Ramos (24) y del delantero marroquí Youssef En Nesyri (47).
Pero el equipo neerlandés, al igual que hiciera en el choque de ida, se rehízo tras un resultado adverso, llegando a voltear el marcador por medio del centrocampista marroquí Ismael Saibari (68), un gol en propia del central serbio Nemanja Gudelj (81) y un gol postrero del delantero estadounidense Ricardo Pepi (90+2) que desató los cánticos contra la directiva en el feudo sevillista.
El conjunto hispalense es colista de su grupo con dos puntos, lejos de los 8 del PSV (2º), y de los 9 del Arsenal de Mikel Arteta, que recibe este martes al Lens francés (20H00 GMT). Si el equipo galo puntúa en Londres, el Sevilla se verá también privado de toda opción de acceder a dieciseisavos de final de la Europa League como tercero de grupo.
Diego Alonso había calificado la víspera el partido como una "final" y sus pupilos parecieron contagiarse de la importancia del partido. Sergio Ramos, en su partido 141 de Champions, adelantó a los locales al rematar con la punta del pie un centro templado al corazón del área de otro veterano, el croata Iván Rakitic. El Sánchez Pizjuán y el propio Diego Alonso no podían ocultar la alegría en la celebración del primer gol del central español desde su regreso a su club formador procedente del París SG.
Expulsión de Ocampos determinante
El Sevilla vivía sus mejores minutos, con un nuevo gol, del suizo Djibril Sow, anulado tras revisión del VAR por una mano previa. También antes del descanso En-Nesyri remató de cabeza al larguero, y pese a las peligrosas contras de los neerlandeses, en una de las cuales se lesionó el mexicano Hirving Lozano, fue el Sevilla el que a la vuelta de vestuarios marcó un gol que parecía encarrilar el partido.
En-Nesyri realizó un buen desmarque y aprovechó un pase en profundidad del argentino Marcos Acuña para picar el balón ante la salida del arquero argentino Walter Benítez.
Pero la expulsión de otro argentino del Sevilla, Lucas Ocampos (66), cambió el devenir del choque. Los locales cayeron presa del miedo propio de los equipos inmersos en crisis, y el PSV se dio cuenta de ello.
Salibari, de un inverosímil remate de volea alentó a los pupilos de Peter Bosz, ayudados de nuevo por la mala suerte sevillista plasmada en el gol en propia de Gudelj.
'Seguir creyendo y empujando'
En medio de los abucheos del público y de cánticos contra la directiva, Pepi dio la estocada definitiva al Sevilla... y quizá también a su entrenador, que de ocho partidos ente Liga española y Champions no ha ganado ninguno.
"Es una situación difícil y dura. Teníamos mucha ilusión por intentar estar en octavos para todos y darles una alegría a nuestra gente. Hay que seguir creyendo y empujando", declaró Alonso tras el partido.
El presidente del Sevilla, José Castro, afirmó para el micrófono de Movistar que la continuidad de Alonso "no está en duda porque creemos que es un buen entrenador que está haciendo bien las cosas, pero no estamos teniendo ni suerte ni acierto".
"Si los jugadores hoy han tenido un mal día alguno de ellos por lo que sea, es el fútbol, otro día lo tendrán mejor", añadió el dirigente, antes de proclamar su remedio para salir de la crisis: "Trabajar, trabajar y trabajar".
Con información de AFP
Imagen: AFP