Los técnicos de selección de personal no solo valoran los conocimientos adquiridos y la experiencia de los candidatos a un puesto de trabajo: cada vez tienen más peso las denominadas
habilidades comunicativas y, entre ellas, la empatía o capacidad para
ponerse en el lugar del otro.
Analicemos qué son las habilidades comunicativas, veamos por qué la empatía es una de las más relevantes y comprendamos cómo puede facilitarnos el desarrollo de sólidas relaciones personales e incluso laborales.
Las habilidades comunicativas mejoran nuestra imagen personal y son la clave del éxito
Las habilidades comunicativas son el camino seguro para proyectar una imagen personal de seriedad, educación, moderación y saber estar.
Cualquier persona, aunque no tenga mucha cultura ni formación académica, ofrecerá a los demás una imagen excelente si en público exhibe las principales habilidades comunicativas:
• Saber oír y escuchar
• Dejar hablar a los demás
• Pensar bien lo que se va a decir y cómo se va a decir
• No perder el contacto visual con sus interlocutores
• Nunca realizar críticas abruptas, incisivas o insultantes
• Preguntar siempre a los demás qué piensan u opinan
• Valorar y tener en cuenta las opiniones ajenas
Por qué la empatía facilita nuestras relaciones con los demás
De la relación anterior, las dos últimas habilidades son parte de lo que se denomina empatía, que no es más que la capacidad para ponerse en el lugar del prójimo.
Es decir, la persona empática intuye o averigua cuáles son los sentimientos y opiniones ajenas ante una situación determinada y obra en consecuencia, tratando de que sus decisiones y opiniones no perjudiquen, ofendan o menosprecien a terceras personas.
La consecuencia directa es que los demás nunca se sienten agredidos o minusvalorados por las personas empáticas y, en correspondencia, tienden a considerarlas personas educadas, razonables y dignas de confianza.
Está comprobado que las personas empáticas son las mejor valoradas por el prójimo, que sus relaciones personales y familiares son más satisfactorias y duraderas y que sus trayectorias laborales son más brillantes.
Los principales distintivos de la persona empática son la sensibilidad, la tolerancia, la moderación y la preocupación por los efectos negativos que puedan tener sus decisiones en los demás.
¿La empatía es una habilidad natural o adquirida?
Es cierto que existen personas que son empáticas de forma innata: han nacido con ese don y les resulta muy fácil mostrar empatía de forma natural.
Pero también es cierto que en el desarrollo de la empatía influyen otros factores extrínsecos. Por ejemplo, quienes han tenido una infancia o juventud dura o han recibido una educación rígida, estricta o autoritaria, suelen tener serias dificultades para mostrar empatía.
Pero se trata de una carencia solucionable, ya que conociendo y entrenando los mecanismos mentales de la empatía podemos habituarnos a comportarnos de forma empática.
De hecho, los profesionales de Sferamind, especialistas en aprendizaje consciente para el desarrollo personal, afirman que la empatía es una habilidad comunicativa que puede adquirirse mediante técnicas específicas de formación.
Y para terminar, mira en tu interior y hazte esta pregunta: ¿nunca pienso en cómo se sienten los demás antes mis decisiones o no me importa cómo les afectan?
Si la respuesta es que sí, en alguno de los dos supuestos, eso significa que no tienes desarrollada tu capacidad empática. Y una sabia decisión para mejorar tus relaciones con los demás sería que intentases adquirir esa habilidad comunicativa.