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Encuestadores denuncian amenazas de ciudadanos

Encuestadores denuncian amenazas de ciudadanos

Ciudades miércoles 25 de marzo de 2020 -

Por Jonathan Bautista
jonathan.bautista@contrareplica.mx

Encuestadores del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) encargados de llevar a cabo el Censo de Población y Vivienda 2020 a nivel nacional durante la contingencia por el Covid-19, en particular en la Ciudad de México, son amenazados y reciben ofensas de las personas que habitan las viviendas, tal es el caso de Marcela a quien llamaremos así por cuestión de anonimato, quien ha sido ofendida y acosada sexualmente durante el levantamiento de los datos para conteo.
En entrevista para ContraRéplica, la encuestadora Marcela, relató: “muchos compañeros estamos en contra de seguir trabajando a pesar de que el Censo termina el sábado, por lo que ya ha habido varias renuncias por eso, en particular en mi brigada como cuatro”.
Al ser cuestionada sobre cuáles son los principales riesgos que enfrentan por realizar los conteos respondió: “en primer lugar consideraría que la gente es muy grosera con nosotras porque la mayoría somos mujeres, ya que nos han aventado la puerta en la cara, nos han dicho que nosotros somos los virulentos y que ya no deberíamos de trabajar”.
“Mucha gente nos ha dicho eso, cuando nos ve pasar afuera de su vivienda —ustedes ya no deberían de estar en la calle—“, comentó.
Agregó: “nos han amenazado que si volvemos a pasar por tal calle o entrar a un callejón no vamos a salir vivas, y nos gritan groserías, y se niegan a dar la información y en una ocasión unos tipos me comenzaron a besar y tuvimos que pedir la ayuda de la policía, la cual nunca llegó”.
“Nosotros tenemos que comprar nuestro gel antibacterial, guantes y cubrebocas pero sale contraproducente porque la gente si ve que lo traemos puesto se niega a darnos la información y no nos abre la puerta y nos ofende, por lo que lo tenemos que hacer sin cubrebocas”, refirió.
La encuestadora informó que su brigada está conformada por seis personas de las cuáles cinco son mujeres y sólo un hombre con edades entre los 25 a los 60 años “regularmente trabajamos diario casi once horas y comenzamos desde las ocho y media de la mañana hasta las siete de la noche”.
Señaló que “a pesar de que tenemos el servicio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), cuando alguno de nosotros se enferma tenemos que llegar temprano porque ellos dan las citas a las 7 de la mañana y si ameritamos incapacidad o algún comprobante médico no lo podemos obtener porque hasta la hora en la que ya nos desocupamos ya no hay servicio”.
Especificó que diariamente recorren de 25 a 40 viviendas en un perímetro de cuatro manzanas, dependiendo de la alcaldía donde se esté realizando el conteo.
Sostuvo que aunque los supervisores y organismo están enterados de la Fase 2 decretada por el gobierno federal por el Covid-19 aun así “nos obligan a ir a trabajar independientemente de que en las calles haya transeúntes o estén vacías, en términos prácticos poco les importamos”.
“De aquí a lo que resta del sábado estamos analizando levantar una queja en Derechos Humanos, para que cambien nuestras condiciones de empleo y respeten nuestras garantías, así como nuestros derechos”, puntualizó.
Preocupada por la situación actual que prevalece en la capital invitó a la población a sensibilizarse: “para realizar los sondeos nosotros tenemos que sobrevivir con 200 pesos diarios, que nos dan para viáticos, comida y transporte y muchas personas no tiene idea de todo lo que tenemos que pasar para colocar los sellos del Censo sobre todo porque la mayoría somos mujeres y tan sólo en la metrópoli somos más de 10 mil encuestadores”.


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/CR

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