Federales que rechazan GN podrían irse a cárteles, alertan 

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La creación de la Guardia Nacional y el rechazo de un grupo de policías federales a formar parte de la misma por cuestiones contractuales, salariales y profesionales o que han sido rechazados por no cumplir los requisitos de la nueva corporación, abre una puerta para que un porcentaje de los mismos, sobre todo los que tiene mayor preparación o información sensible, puedan ingresar a las filas del crimen organizado, en especial los cárteles de las drogas, como ocurrió en los 90 con militares que fueron captados por Los Zetas, alertaron especialistas en seguridad.

Javier “N” es especialista en sistemas e informática. Ostenta cursos antisecuestros en Colombia y antiterrorismo en Israel. Por siete años trabajó como inspector de la Policía Federal con un salario de 59 mil pesos. Le han ofrecido su cambio a la Guardia Nacional con menos de la mitad de ese ingreso, lo cual, como alrededor de 10 mil federales de los 37 mil que había en esa corporación, ha rechazado.

“Nos quieren mandar a perseguir delincuentes a la sierra de Guerrero o a Chiapas a detener migrantes, por menos salario, sin reconocer nuestra trayectoria. Es una degradación salarial y profesional. ¿A dónde crees que nos vamos a ir? La tentación es mucha, pero el Gobierno no entiende”, apuntó Javier, quien tiene récord en el rescate de personas secuestradas en Tamaulipas.

“Yo tengo una hipoteca bancaria de mi casa. Tengo dos hijos en preparatorias donde pago colegiaturas. Con 20 mil pesos no me alcanza para solventar todo ello. Además, me ponen como pretexto que para ingresar en la Guardia Nacional debo adelgazar 10 kilos. Todo es un pretexto para correrte y no pagar indemnización o antigüedad”, apuntó el federal de 38 años.

Mario Espinosa Boulogne, presidente fundador de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), expuso a ContraRéplica que el mayor riesgo que se vive en esta coyuntura por la creación y conformación de la Guardia Nacional es que un porcentaje, aunque sea menor, de los miles de policías federales que no pasaron por cualquier motivo a la nueva corporación, puedan sumarse a las filas de la delincuencia organizada.

“El caso más emblemático de este tipo de éxodo de fuerzas federales al crimen fue el de militares de altamente capacitados y que conformaron el Cártel de los Zetas. Es el riesgo que existe actualmente”, apuntó el especialista, quien refirió que Los Zetas se conformaron en la década de los 90 a partir de un grupo de militares de élite que desertaron del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (GANFE) y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP), todo ellos del Ejército Mexicano.

Dijo que muchos de estos militares que conformaron el citado cártel, como los actuales policías federales, recibieron cursos de adiestramiento antisecuestros, antiterrorismo, en manejo de armas, blindaje, inteligencia, tácticas de guerra, protección de instalaciones estratégicas, en diversos países, como Estados Unidos, Alemania, Israel, Italia y Colombia.

“Un porcentaje de estos policías tienen un perfil muy alto, de intachable conducta, son en su mayoría gente buena, en quienes el Estado mexicano invirtió millones de pesos, de dólares en su capacitación, por lo que es preocupante que de pronto cientos miles de ellos se queden sin empleo, sin sus salarios dignos. Es un riesgo que una parte se vaya a la delincuencia”, apuntó.

El también coordinador general de Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (Asume), expuso que es evidente que muchos cárteles, muchas organizaciones delictivas en México, pero incluso también en el extranjero, están a la “caza” de los perfiles de estos policías federales, además de su alta capacitación, por la información sensible, que ellos manejan.

“Hay un gran riesgo. Creo que la mayor parte de los federales, por convicción rechazarán ofertas del crimen, pero también hay el tema de la necesidad económica o de la amenaza de o plata o plomo”, dijo Espinosa Boulogne, quien reiteró la invitación para estos policías altamente capacitados se sumen a las empresas de seguridad privada del país que tiene presencia en instalaciones estratégicas, aeropuertos y puertos del país.

Por su parte, Guillermo Alberto Hidalgo, director del Instituto de Formación Policial del Estado de Hidalgo, apuntó sobre el riesgo de éxodo de federales al crimen: “El Estado los deja en la indefensión, tienen una preparación, un bagaje en áreas de seguridad y hay una alta probabilidad de que algunos de ellos se pasen a las filas de la delincuencia”.

Incluso el éxodo puede ser no solo interno. Se pueden ir a otras naciones como pasó en Chile o en Colombia, donde muchos ejércitos privados como BlackWater, reclutaron elementos para que den asesorías y capacitación a policías, militares y escoltas de otros países.

“Las unidades de asuntos internos tienen que dar seguimiento a estos casos para evitar que se sumen a las filas del crimen. El problema en México es que son miles los que se quedaron fuera y es prácticamente imposible hacer ese seguimiento”, señaló.

Hasta enero de 2020, según Mario Alberto Lover, vocero de federales que han protestado por rechazar ingreso a la GN, son cerca de 10 mil agentes los que no han recibido su indemnización.