Feliz año 2023

El 2022 está por terminar y como todos los finales de año es la oportunidad para reflexionar sobre el camino andado y realizar planes futuros.

Para algunas personas, el 1 de enero únicamente es el inicio del calendario, para muchas otras es la oportunidad de darle vuelta a la hoja y comenzar de nuevo, no sin antes celebrar según nuestras costumbres.

En México hacemos rituales durante los prolegómenos para obtener salud y abundancia, como: comer lentejas, sacar a pasear las maletas de viaje, ponerse ropa interior de colores, asear la casa y comer uvas al ritmo de las doce campanadas, entre muchos otros; y básicamente, repetimos el menú de comida navideña de acuerdo con nuestro presupuesto.

Según algunas fuentes, el año nuevo se celebraba en marzo por mandato de Numa Pompilio quien fue el segundo Rey romano y, de acuerdo con el calendario juliano, se determinó que cada ciclo tendría 365 días, ajustados por años bisiestos; más tarde, el Papa Gregorio XIII lo reformó pero mantuvo al 1 de enero como el primer día del almanaque, en el cual se celebraba la festividad de la circuncisión de Cristo, siendo este prelado quien le dio el significado que tiene en la actualidad como fecha importante para la fe cristiana y como motivo para la realización de importantes festejos en todo el mundo.

Para mí, el final de cada periodo de doce meses significa la apertura de un espacio de reflexión y la oportunidad para envolverme en el manto protector del gran redentor de Galilea y continuar predicando los ideales humanistas de libertad, igualdad y fraternidad que tienen como fin combatir la explotación del hombre por el hombre, los privilegios y la intolerancia para lograr un país próspero y venturoso, tal como lo desearía el Gran Arquitecto del Universo.

Por eso, desde esta columna, deseo que el año venidero nos traiga mucha salud, dinero y amor, que nuestras familias se mantengan más unidas y que los grupos políticos y de interés se pongan de acuerdo en una sola cosa: el bien de México.

Mi anhelo también es que las amistades no se rompan nunca por diferencias políticas, que todas y todos encontremos serenidad y paz en nuestros corazones, y que aprendamos a convivir juntas y juntos en armonía.

A mis camaradas, hermanos y hermanas de todas las edades, credos y partidos, les agradezco su incondicional amistad y que los siguientes doce meses vengan cargados de bendiciones, aventuras y felicidad.

Muchas gracias también a todo el equipo de ContraRéplica por darme la oportunidad de colaborar un año más en este importante diario, especialmente a nuestro Director General Francisco Santiago, a nuestra Directora Editorial Martha Bautista, a nuestro Director de Relaciones Institucionales José Pagés, y al jefe “H”. Excelente 2023.

Finalmente, a nuestras queridas y queridos lectores les deseo un Feliz Año Nuevo y que todos sus deseos se hagan realidad.

Plancha de quite. “Que nunca te falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer”. Anónimo.