La Música una buena catarsis emocional

La música y las emociones han guardado una relación especial a lo largo de la historia. Platón decía que la música traspasa los límites emocionales para así entrar en el aspecto moral, de ahí que la música fuera un elemento indispensable para moldear el alma humana.

Se dice que Pitágoras mandó interpretar música dórica a unos músicos para aplacar la ira de un hombre enfurecido por la infidelidad de su esposa, ya que esa música en particular aplaca las emociones y transmite serenidad. Aristóteles al respecto decía que la música tiene el don de “purgar” las emociones, que pueden oprimirnos.

De la música y las emociones hay tanto que decir, que hay diferentes estudios que afirman que cuando escuchamos canciones que hablan de tristeza, de rupturas o desengaños, no nos impregnamos de ese dolor. Al contrario. Tras escuchar una lista de canciones tristes, sentimos bienestar, alivio o tranquilidad. En definitiva, las canciones tristes nos producen “emociones positivas”, “emociones de liberación”, emociones catárticas. La música nos ayuda a conocer y expresar lo que sentimos, dejando la represión a un lado, nos ayuda a liberarnos y vivir nuestras emociones con toda su intensidad.

Esto de cierta manera explica el éxito que tienen muchas canciones en la actualidad, entre ellas la que la “BZRP Music Session #53” que Shakira difundió la semana pasada y que “explotó” las redes sociales y Spotify, y es que lo que hace esta canción es una catarsis emocional de la cantante que para muchos raya en lo exagerado, pero para otros tantos ha sido la mejor forma de sacar lo que sentía ante una situación de engaño y deslealtad de su expareja.

Sin embargo, Shakira no es la única que lo ha hecho, la exposición mediática que la pareja ha tenido desde antes que se casaran, ha hecho de esta canción su éxito, pero en la actualidad, gracias a Naomi, mi hija, escuché la canción de Miley Cyrus, quien con su canción “Flowers”, también manda un mensaje a su exesposo en el que le hace ver que si bien él era importante para ella, se dio cuenta de que no lo era tanto porque lo que él le estaba dando, ella también se lo podía dar: “No quería dejarte, no quería mentir, comencé a llorar, pero luego recordé. Yo me puedo comprar flores…, ver cosas que tú no entiendes, puedo llevarme a bailar y puedo tomarme de la mano, sí, puedo amarme mejor que tú”.

La misma Adele con su canción “Love in the Dark”, dice “…no puedo quedarme esta vez, porque ya no te amo más… no intentes hacerme cambiar de opinión. Estoy siendo cruel para ser amable, no puedo amarte en la oscuridad, se siente como si estuviéramos separados por océanos, hay tanto espacio entre nosotros. Cariño ya estamos derrotados”.

Taylor Swift en su canción “Al tol well”, también dice “Y sé que hace tiempo que se acabó y que la magia ya no está más aquí y yo podría estar bien pero no estoy bien en absoluto”.

Y si nos vamos a canciones en español, quien no recuerda a Lupita D´alessio, la “Leona Dormida”, cuando cantó “Ese hombre que tú ves ahí, que parece tan galante, tan atento y arrogante, lo conozco como a mí…Es un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso. Inconsciente y presumido, falso, enano, rencoroso, que no tiene corazón.

Ednita Nazario cuando dijo “Acuérdate…Tú sin mí, dando vueltas por el mundo a buscar otra mujer. Tú sin mí, como perro vagabundo esperando de comer. Tú sin mí quien eres tú sin mí sin mí”. O quien ha hecho también “factura” con todo esto Paquita la del Barrio.

En fin, podríamos hacer todo un tratado de la música como mecanismo de catarsis emocional ante un desengaño o una mala relación.

La música cumple con este cometido, pero por ahora solo nos quedamos con lo que el gran escritor Victor Hugo escribió: “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”.

Mtra. Rosalía Zeferino Salgado

Asesora en Comunicación Estratégica

e Imagen Pública