La dimensión política de las relaciones sino-mexicanas: de hermanos tercermundistas a rivales en el mercado (Parte II)

Como parte de su reforma y apertura económica, China comenzó a invertir en diferentes países de América Latina a lo largo de la década de los 70. En México, invirtió en industrias de maquila y manufactura de productos electrónicos con la expectativa de exportarlos al mercado estadounidense.

Según el Asian Affairs Journal entre 1972 y 1991 el volumen comercial entre China y México aumentó de 13 millones de dólares a 2 mil 350 mdd. Para 2006, China ya era el segundo socio comercial de México con un volumen comercial de 9 mil mdd con el que México se convirtió en el mayor destino de exportación de China en América Latina.

En la década del 2000, los asuntos económicos y comerciales comenzaron a dominar la agenda entre ambos países. México y otras naciones latinoamericanas comenzaron a ver a China como competidora en el mercado mundial, ya que su competitividad en los sectores manufactureros creció significativamente desde que se convirtió en miembro de la OMC en 2001.Además, los productos chinos amenazaban las exportaciones de México hacia Estados Unidos debido al hecho de que China y México manufacturaban productos similares como consecuencia de sus etapas similares de desarrollo industrial.

En términos políticos, en esos años lo que unió a México, y América Latina en general, con China fue el sentimiento de desilusión ante las organizaciones internacionales. Las críticas de China al Consenso de Washington y la Guerra de Irak, que eran vistas como agravios a la ley internacional, fueron bien recibidas en América Latina. China comenzó así a cambiar su imagen de incitadora de la hermandad tercermundista para convertirse en la defensora del multilateralismo.

En resumen, México y China, si bien comenzaron a ser competidores en la economía de mercado, también compartieron sentimientos políticos mutuos generados por interacciones similares de desigualdad en sus interacciones con las potencias mundiales.

México y China en la era Xi Jinping

México tiene una relación económica deficitaria y una política exterior poco clara con China. A la vez, las inversiones que países como Brasil y Panamá han recibido por parte de China, han levantado opiniones sobre la naturaleza de los intereses de China en la región. Estos comentarios, señalan que tales intereses podrían ser políticos y estratégicos y no sólo económicos.

Bajo el mandato de Xi Jinping, China ha multiplicado sus inversiones en la región. El carácter de estas inversiones también ha incentivado la percepción de que la interacción con China no es completamente diferente de las experiencias colonialistas latinoamericanas del pasado. Incluso el ex secretario de estado Rex Tillerson advirtió a los países de América Latina sobre sus vínculos con la nación asiática, afirmando que “las ofertas de China siempre tienen un precio.”

Mientras China aumenta su influencia en la región, México atraviesa un momento de parálisis y poca claridad en la dirección de su política exterior con China, y muestra falta de estrategia en regiones que crecen continuamente como el sudeste asiático y algunas naciones de África.