Línea 13

En el Congreso de la CDMX hasta el sistema informático hizo una pausa por la presencia de virus, desde el pasado miércoles su página de internet dejó de funcionar, por lo que no se pudo difundir la orden del día para la Sesión de ayer. Ante ello el diputado Jorge Gaviño acusó que la sesión era ilegal, al incumplir lo establecido en el artículo 76 del Reglamento del legislativo. Sin embargo, lo que más ruido causó fue que esta situación dejó expuesto que el Poder Legislativo capitalino no ha invertido en herramientas de protección para evitar que los hackers hagan de las suyas, y ahora resulta que hacerlo representará un gasto adicional para el Congreso, es decir, saldrá más caro el caldo que las albóndigas.

Un tema que tuvo muy ocupados a la coordinadora y vicecoordinador de Morena en el Congreso local fue lograr reunir los 400 millones que se comprometieron a entregar al Gobierno capitalino desde el 22 de enero. Después de hacer cuentas con la Comisión de Presupuesto y la Oficialía Mayor reunieron dicha cantidad, que se destinará a atender el coronavirus. El detalle es que al existir falta de diálogo y acuerdo con la oposición, decidieron presentar un punto de acuerdo ante el pleno, para evitar su discusión en la Jucopo, que parece no tener condiciones.

Diputados de Morena en el Congreso local solicitaron el retiro de los asesores del PAN, PRI y PRD, presentes en la sesión de este martes, ya que sus diputados no acudieron y parte de los acuerdos tomados ante la emergencia de salud, fue que asistiera un asesor por diputado, por lo que argumentaron que al no estar, no se justificaba la permanencia de los asesores; sin embargo, cuando estaban a punto de someter la propuesta a consulta, la diputada Guadalupe Chavira solicitó respetar la decisión de la oposición y no hacer escarnio del hecho, ya que las condiciones en la ciudad no son las propicias para esos escenarios.

Es una incertidumbre el rumbo que tomará la crisis de salud en la CDMX. Los legisladores que asisten al Congreso local siguen realizando reuniones a puerta cerrada, sin cumplir con las prácticas de sana distancia, y aunque comienzan a verse vacías las instalaciones solo se prevé es la reducción de las sesiones a solo un día a la semana.