Annie Pardo Cemo, madre de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue víctima de espionaje gubernamental durante nueve años, en un período que abarcó los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo, según informes del Archivo General de la Nación y una reciente publicación de Milenio. Académica y activista, Pardo fue vigilada por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) debido a su militancia en el Partido Comunista, su apoyo al Movimiento Ferrocarrilero y su participación en el Movimiento Estudiantil de 1968.
Las fichas de la DFS revelan que Pardo fue considerada una “opositora” debido a sus denuncias contra funcionarios del gobierno de Echeverría y su respaldo a los presos del movimiento de 1968. Entre los datos que registró la DFS se encuentra su viaje a Cuba en 1968, invitada para tomar cursos en ese país. En represalia, el IPN suspendió un pago destinado a ella y la DFS sugirió su baja de la Secretaría de Educación Pública.
Claudia Sheinbaum ha expresado en repetidas ocasiones su identificación con los ideales del movimiento estudiantil de 1968, señalando que esta época marcó la vida de su familia y de su madre en particular.
En sus registros, la DFS anotó cada paso de Pardo Cemo, desde su fecha de ingreso como profesora en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) hasta su participación en la firma de un manifiesto publicado en el periódico El Día, donde solicitaba la implementación de una Ley de Amnistía para los presos políticos del movimiento estudiantil.
A pesar de las dificultades, Annie Pardo Cemo se dedicó toda su vida a la investigación científica. Actualmente es profesora emérita en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de diversas sociedades científicas nacionales e internacionales. A lo largo de su carrera, ha sido distinguida con numerosos premios, incluyendo el reconocimiento a la Excelencia en la Investigación y Servicio en Biología Molecular Respiratoria por la American Thoracic Society en 2022.