Claudia Bolaños
La reforma legislativa impulsada por el expresidente Donald Trump y conocida como “One Big Beautiful Bill” —ya aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos— va más allá del polémico impuesto a las remesas, indicó el diputado y coordinador de la fracción de Morena, Ricardo Monreal.
Aunque este gravamen fue reducido del 5% al 3.5% tras gestiones del Gobierno mexicano, la propuesta legislativa contiene otros elementos que preocupan por su impacto directo en la frontera, las comunidades migrantes y la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
Uno de los ejes centrales del proyecto es la militarización de la frontera sur estadounidense, con un presupuesto superior a 160 mil millones de dólares destinado a ampliar muros, instalar sistemas de vigilancia con inteligencia artificial, drones y sensores, así como a reforzar la presencia de la Patrulla Fronteriza y de agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE). Este enfoque, centrado en la vigilancia y la disuasión, podría deteriorar la cooperación transfronteriza y aumentar las tensiones en comunidades hermanas como Ciudad Juárez-El Paso o Tijuana-San Diego.

En el ámbito migratorio, la reforma propone recortes a derechos y apoyos sociales para personas migrantes, incluso aquellas con estatus legal como beneficiarios de DACA o TPS. Se restringe el acceso a servicios de salud, asistencia alimentaria y créditos fiscales, y se penaliza a los estados que ofrecen cobertura médica a personas indocumentadas con fondos propios. Organizaciones como el Migration Policy Institute han advertido que estas medidas podrían provocar un “efecto paralizante”, donde incluso quienes califican para apoyos eviten solicitarlos por temor a represalias migratorias.
En lo económico, la propuesta busca incentivar la relocalización de industrias dentro del territorio estadounidense mediante beneficios fiscales, lo que afectaría las cadenas de valor compartidas con México.
En un artículo de opinión realizado por el diputado, señaló que esta medida amenaza con debilitar sectores clave del modelo maquilador y la integración productiva establecida a través del T-MEC. Además, limita los incentivos para proyectos de energía limpia, muchos de los cuales incluyen componentes fabricados en México.
El texto compartido en sus redes sociales agrega que aunque la reducción del impuesto a remesas se considera una señal de diálogo diplomático efectivo, analistas y legisladores mexicanos advierten que este es solo un aspecto de una reforma más amplia con consecuencias estructurales para millones de personas migrantes y para la relación México-Estados Unidos.
Imagen: Cuartoscuro