Mosaico Rural

Uno de los objetivos del Gobierno de México es fortalecer nuestra soberanía mediante la autosuficiencia de alimentos básicos que garanticen la seguridad alimentaria, en donde la agroindustria es un eslabón que se une al resto de los actores del sector primario para alcanzar esta meta.

Al respecto, es relevante la política de la presente administración que tiene como uno de sus pilares fundamentales incluir a los pequeños productores en las cadenas productivas, para que nadie se quede atrás y nadie se quede afuera.

La reivindicación productiva de los pequeños productores es una condición para su desarrollo, más allá de los programas asistenciales, suele ser una transición hacia el crecimiento y desarrollo de las comunidades rurales.

En este camino, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural impulsa políticas y programas para estimular la producción de granos básicos, maíz, frijol, trigo harinero, leche fresca, y alcanzar la seguridad alimentaria.

Pero se pueden acortar los tiempos de implementación y resultados si se fortalecen las alianzas público-privadas en ciencia y tecnología y se coordinan acciones en la apertura de nichos de mercados internacionales.

En este sentido, el sector agroindustrial ha sumado a los productores de pequeña escala a sus cadenas, ejemplos que vemos en la industria de la cerveza, en el sector pecuario y en el tequila, por citar algunos.

Tan solo en el primer rubro, se estima que para el ciclo productivo Primavera-Verano 2021 se registrará una demanda importante de cebada, lo que representa una oportunidad para cientos de familias productoras del país.

Y es que, con la convergencia de acciones entre todos los actores del sector se logrará optimizar los sistemas productivos y atender el reto de llevar alimentos a toda la población y contar con excedentes que se envíen a los mercados internacionales.

Los resultados ya se empiezan a ver. En 2020 el campo no se detuvo y fue un sector con crecimiento, e incluso logró una producción de más de 290 millones de toneladas de alimentos, además del aumento en las exportaciones agroalimentarias.

La ruta de crecimiento al parecer continuará, ya que en enero de este año se mantuvo el comportamiento positivo y las exportaciones de productos agroindustriales alcanzaron los mil 585 millones de dólares, lo que significó un alza anual de 9.82 por ciento, con una balanza superavitaria en 258 millones de dólares.

En los últimos dos años se ha dado mayor perspectiva y certidumbre a las y los agricultores, con beneficio directo para el sector primario, con el acompañamiento de la Secretaría de Agricultura y los gobiernos estatales mediante acciones con las que se cuida la interdependencia entre productores e industria, en el camino hacia lograr la seguridad alimentaria.