Musk, Twitter, PANAUT y la privacidad de datos

Columnas miércoles 27 de abril de 2022 -

Si algo caracteriza los textos, los gustos y la ideología de este reportero es una constante crítica y cuestionamiento al pensamiento mainstream. No lo censuro, solamente es una inclinación por dudar de lo que se convierte en tendencia, en moda dominante, pensamiento imperante o corriente popular. Ahora, con la compra de Twitter por parte de Elon Musk y la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) corte sobre el PANAUT, lo confirmo; soy un contreras.

Lejos de las teorías conspiracionistas, creo que siempre hay un “lado b” del pensamiento humano y me intriga descubrirlo. Por eso, no soy de los que casi llegan al orgasmo intelectual al confirmarse que Elon Musk es el nuevo dueño de Twitter. No me emociona, pero si me intriga porque estoy seguro de que trae un negocio muy potente entre manos.

No veo a Musk como la versión remezclada del millonario héroe de Ciudad Gótica; o la encarnación de la tecnología Stark. Tampoco creo que sea el redentor de las redes sociales y la libertad de expresión, por lo tanto, dudo que su interés sea limpiar a Twitter de toda la fauna de personajes que ensucian la conversación pública. Tampoco creo que sea el empresario Mark Rylance de la película No mires Arriba.

Lo que sí creo es que le interesa influir en la conversación pública y en las decisiones de gobiernos nacionales. Dudo que pueda tumbar o inflar políticas públicas, pero sí creo que prefiere tener un arma de disuasión poderosa para abrir camino a sus empresas y tecnologías disruptivas. Antes el AK-47 de los empresarios eran los medios, ahora son las redes sociales.

Pero ¿acaso Elon Musk quiere insertar más Deep Learning en Twitter para hacerlo más inteligente y predictivo? ¿Twitter reconocería ya el doble sentido, el lenguaje sarcástico, los textos copiados, las cadenas de bots, los perfiles falsos? ¿Ayudaría a las empresas en su relación con clientes identificándolos por clima, gustos, capacidades de compra, estados de ánimo, capacidad cognitiva? ¿Eso afectaría nuestro derecho a la privacidad?

No lo sé, pero de manera paralela leo felicitaciones y loas para la SCJN que declaró la inconstitucionalidad del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT). Me sorprende que muchos de quienes hace unas semanas calificaban a varios ministros de la SCJN como súbditos fieles a la más chafa pseudodictadura presidencial; ahora celebran y aplauden. Viven en el péndulo ideológico de lo políticamente correcto.

Quienes le dan el beneficio de la duda a Musk en sus planes para “democratizar Twitter” son los mismos que les daba pavor que el PANAUT tuviera sus datos. La SCJN dice que esto infringe desproporcionadamente los derechos fundamentales a la privacidad, intimidad y protección de datos personales y resulta incompatible con las exigencias y estándares que impone una sociedad democrática. Pero ¿Aplica para el PANAUT o solo para Twitter y Elon Musk?