Plan B de los presidenciables

Competidores por la candidatura presidencial de Morena para las elecciones de 2024 tendrían “Plan B” en caso de no resultar afortunados en el proceso interno de nominación.

Lógico y entendible, porque ninguno de ellos pensaría en el retiro y menos cuando su partido va a requerir de cada uno de sus cuadros, de la experiencia asimilada en el ejercicio público, por lo cerrada o disputada que puede ser la contienda al enfrentar a la oposición aliada.

A través de encuesta va a decidir la candidatura, como se planteó en Palacio Nacional desde el banderazo de salida. La dirigencia partidista está de acuerdo con el mecanismo y lo reitera cada vez que alguien pone en duda el procedimiento.

¿Qué pasará con los otros presidenciables? ¿Se van a sumar a la campaña del ganador o ganadora? ¿El ganador o ganadora los desplazará? ¿Quedarán desempleados? ¿Se retirarán de la política? ¿Concluirán con el sexenio la responsabilidad que ahora tienen?

Se supone que los presidenciables, sin pretender menospreciar a los que están fuera de la competencia, serían los servidores públicos más capaces o con más cualidades para continuar el proyecto de la llamada Cuarta Transformación.

Nadie en la vida es indispensable. El punto es que siempre es preferible contar con los más valiosos.

Por lo tanto, a ninguno se mandaría a la banca o desempleo, ni diría adiós a la política como ha anticipado que lo hará el presidente.

En este contexto, se puede hablar del “Plan B” que podrían considerar, por si la encuesta no les favorece.

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, aun cuando es marcada como favorita y con posibilidades de ser la primera mujer en gobernar nuestro país, no tiene la garantía de que será la ganadora de la encuesta. Si pierde la nominación presidencial, el “Plan B” sería la candidatura al Senado y, de tener éxito, convertirse en la coordinadora de su grupo parlamentario.

Adán Augusto López Hernández, originario de Tabasco y secretario de Gobernación, ha demostrado que entre sus principales cualidades en la política están el cabildeo y la negociación. Por su facilidad para dialogar y lograr acuerdos, de no ganar la anhelada encuesta presidencial, podría competir en el 2024 por la curul federal. Si triunfa, ser el coordinador de los diputados de su partido.

Marcelo Ebrard Causabón, secretario de Relaciones Exteriores, tiene amplia experiencia partidista, administrativa y diplomática. Su pragmatismo lo ha llevado a realizar la misión de comprar pipas para Pemex y vacunas contra el Covid. Ha sido el comodín de la baraja, así que no tendría ninguna dificultad para adaptarse a cualquier cargo público. Desde la Secretaría de Gobernación, la de Economía, hasta la dirección de la empresa petrolera.

Ricardo Monreal, inconforme con el método de encuesta, rechazó el ofrecimiento de competir por la jefatura de gobierno de la CDMX a cambio de renunciar a la presidencial. Tiene la opción de la alianza opositora, aunque todavía no logra el consenso de la tríada, en particular del PAN. De seguir en Morena y no ganar la encuesta, por su formación y trayectoria encontraría espacio en la Secretaría de Gobernación.

Independientemente de lo que suceda, para los cuatro presidenciables, habría “Plan B”.

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