Rey Richard

Columnas viernes 11 de marzo de 2022 -

Películas biográficas, tan encantadoras como mentirosas. Algo hay en ellas que provoca una sensación diferente que se refuerza a la hora de leer el famoso “película basada en hechos reales” al comienzo o al final del filme; esa preparación o remate cumple con su cometido.

Recuerdo la primera vez que vi Expreso de medianoche (Parker 1978) lo impactado que quede a la hora de saber que era una historia verídica y lo extraño que se sintió saber que, aunque gran parte de lo visto en la pantalla había sido real, detalles realmente importantes en la trama habían sido ficciónados. Sin duda ese es el gran “Pero” en las Biopics.

En Rey Richard sucede algo interesante, por un lado, el director Reinaldo Green, decide llevar a la pantalla la historia del padre de las tenistas Venus y Serena Williams - dejando la visión de estas un tanto relegada-, el cual ya tenía un “plan” para ellas antes su nacimiento: ser las mejores tenistas del mundo, si o si, no hay cabida para otro plan y aunque parece no tergiversar los hechos si decide ignorar convenientemente las repercusiones de los actos de Richard.

Richard es un hombre que ama profundamente a su familia no hay duda de eso, pero también parece amar demasiado su “plan”, no escucha razones ni opiniones de su esposa o de sus hijas. La persuasión de Richard lo lleva no solamente a conseguir uno sino dos entrenadores gratis – en distintos momentos- para que por medio de estos se vayan abriendo camino a las grandes ligas del Tenis y esta actitud honestamente llega a cansar. Uno se pregunta ¿en verdad nadie le puso un alto? ¿ninguno de estos hombres con bastante dinero y renombre fue capaz de lucha contra el ego de Williams?

Con una duración de más de dos horas, que no mentire, por momentos se hacen pesadas y no por que lo que se muestra sea aburrido, sino porque el personaje principal no es del todo agradable y aquí el factor carisma de Smith tiene mas peso del que debería, eclipsa al verdadero Richard y no en buen sentido, agregando que no hay un brillo particular en el aspecto técnico-fotográfico, el director no busca sorprendernos con movimientos de cámara ingeniosos, muestra lo que hay y punto.

Rey Richard cumple a secas, en específico a la gente que gusta de las FeelGood Movies, no escudriña ni siquiera cuando intenta hacerlo: en alguna discusión se le cuestiona a Richard sonbre sus otros matrimonios e hijos abandonados, y queda ahí, como mera anécdota, no hay repercusiones negativas, y como al final del día las hermanas Williams lograron ser las mejores del mundo y millonarias, parece ser que el fin justifico los medios, pero ¿en verdad es así?