Daniel Montes de Oca
En las computadoras de Centros de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) de Torreón y Saltillo, está habilitada una interfaz que muestra el procesamiento de rostros captados por cámaras de reconocimiento facial, sin embargo, en el camino se han encontrado con varios obstáculos para su completa operación.
Este software con inteligencia artificial es capaz de procesar las imágenes y puede compararlas con otros rostros almacenados en el sistema y cuyos perfiles ya han sido identificados previamente.
Compara y coteja rostros automáticamente en tiempo real y si se genera un match, el programa emite una alerta y activa un protocolo de seguimiento por parte de elementos de la policía con capacidad de reacción.
De acuerdo con las autoridades de Coahuila, el sistema es tan avanzado que puede distinguir a personas con cubrebocas o pasamontañas, inclusive cuando las imágenes son borrosas.
Pese a que el gobernador Miguel Ángel Riquelme celebró en abril de 2019 que el estado se colocaba en la “vanguardia”, esta modalidad tecnológica ha enfrentado obstáculos técnicos, legales y políticos, al no haber logrado hasta la fecha acceder a bases de datos a nivel federal para hacer el cotejo, y en caso hacerlo el equipo actual no tendría la capacidad de almacenamiento.
En el rubro legal, no existen los marcos que regulen el uso de datos biométricos y las estrategias oficiales para proteger los derechos humanos en relación a la tecnología han sido superficiales.
Fue en abril del año pasado que la administración de Riquelme compró por adjudicación directa a Dahua Technology, empresa subsidiada por el gobierno chino que desarrolla tecnologías de vigilancia, mil 300 cámaras.
Imagen: r3d.mx