Ya déjenlo en paz

Sí, ya déjenlo en paz, él no tuvo la culpa de que la economía registrara en su sexenio el peor desempeño en décadas, desde las épocas del inútil de Miguel de la Madrid Hurtado (para llamarle de alguna forma a ese especimen miembro de la clase política nacional que tanto ha dañado a México y que sigue vigente con otros nombres).

Sí, ya déjenlo en paz, él no tiene la culpa de la violencia desbordada, la tiene el inefable e impune Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, al que tanto odian porque les ganó una elección. Calderón es el culpable porque pateo el avispero a lo tonto, el mejor presidente de la historia de la humanidad no tuvo más remedio que colmar de abrazos a las abejas y pedirles a sus mamases y abuelitas que lo ayudaran a que se portaran bien, ¿eso es pecado?

Sí, ya déjenlo en paz, él no tiene la culpa de los más de 120,000 desaparecidos acumulados durante su sexenio, casi la mitad en su administración, la culpa es de esas madres buscadoras que no tienen nada qué hacer y en lugar de que se queden en sus casas a hacer la comida se ponen a buscar a sus hijos desaparecidos, vaya osadía y qué ganas de molestar.

Sí, ya déjenlo en paz, ¿Como culparlo de los 200,000 masacrados, ejecutados y asesinados en su administración si recibió un desastre en materia de seguridad?, él como buen humanista tendió una mano y millones de abrazos a los criminales, sacó su pañuelito blanco para llenar de paz al país entero, mandó saludos a los mafiosos y estrechó la mano de la mama del Chapo Guzmán, en señal de humanismo, y además les dijo que los respetada a todos, si los señores siguieron matando a diestra y siniestra eso ya no es culpa suya, él como gran humanista lo que hizo fue decirle a los soldados, en su calidad de comandante supremo, que se hincaran y bajaran la cabeza ante los criminales y dejaran que estos tomaran todo el territorio del país que quisieran, total México es muy grande y alcanza para todos, tanto para el pueblo bueno y sabio como para el narco, que por cierto también es pueblo, según sus dichos.

Sí, ya déjenlo en paz, él no tiene la culpa de los 800,000 muertos en exceso durante la pandemia, la culpa la tienen los chinos por comer monos y contagiar al planeta entero, él hizo lo que todo humanista, estadista y gran presidente hubiera hecho, sacar sus estampitas y pedirle a la maldita pandemia que se detuviera, un detente dicho por el mesías, el hombre llamado a ser un santo, el mejor presidente en la historia de la humanidad, era suficiente para que la pandemia se detuviera entre los mexicanos, pero estos necios como son, pues se les ocurrió dejarse contagiar y muchos de ellos morirse para dañar su imágen, de eso él no tiene la culpa.

Sí, ya déjenlo en paz, él qué culpa tiene de que unos infelices padres golpistas quisieron repartir su veneno entre la sociedad por el simple hecho de que sus hijos se le morían por falta de medicamentos y se puseron a contar el problema a todos los que quisieran. Pero el pueblo bueno no se lo tragó, porque ningún niño con cáncer por mucho que se muriera iba a ser más importante que la gesta heróica del mesías.

Sí, ya déjenlo en paz, su humanismo, sus abrazos, su calidad moral, su respaldo del pueblo bueno y sabio, lo tienen a la derecha del señor, de hecho ya listo para tomar su lugar.

Jamás en la historia de la humanidad se había visto tal ingratitud, ni siquiera el mártir del Gólgota, que por estas fecha está a punto de cumplir un año más de que fue crucificado hace dos mil años, padeció tanta ingratitud.

Ya déjenlo en paz, claman desde palacio nacional, ya basta, ya fue suficiente; en semana santa se crucifica al inocente, pero no lo permitiremos en este caso todos quienes entendemos que tenemos a un santo vivo, vaya que México es un país bendito entre los benditos.

Ya déjenlo en paz, ya basta, ya déjenlo en paz.