Claudia Bolaños
A menos de un mes de que el ministro Arturo Zaldívar realizara una visita histórica al Penal de Santa Martha Acatitla para reunirse con 220 mujeres presas y se comprometiera a revisar su situación legal, este miércoles se logró la primera liberación de una de ellas.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) informó que, gracias a la representación del Instituto Federal de la Defensoría Pública, se hizo esto posible.
"Se trata, precisamente, de una mujer que no contó con una defensa adecuada durante su proceso".
Zaldívar acudió a la cárcel de mujeres de Santa Martha Acatitla, el pasado 11 de mayo, por invitación de la hija de Rosario Robles, también interna en ese mismo penal, para reunirse con 200 internas y comprometerse a revisar la situación de unas 500.
Luego de ello, el ministro presidente dijo que la defensoría de la Suprema Corte revisaría unos 250 expedientes de mujeres que le pidieron su ayuda, y que estarían en condiciones de atenderse su caso.
En de la primera liberada, se informó que obtuvo el beneficio de la preliberación desde hace más de año y medio, pero ante la falta de una adecuada defensa no había podido acreditar la reparación del daño y, en consecuencia, no había podido gozar de su libertad.
"Gracias al acompañamiento legal y de asesoría del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), hoy regresa a Casa tras haber carecido de una adecuada defensa".
Cabe destacar que esta mujer es el único sustento de su familia, ya que de ella dependen económicamente su hija y nieta, se informó.
"Nuestro compromiso es con la justicia y con las mujeres. Este es el primero de muchos casos en los que se logra la libertad con la intervención del IFDP", resaltó la SCJN en un comunicado.
Y añadió que "seguiremos impulsando un cambio para que los juzgadores estemos más
cerca de la gente".
Además, este caso paradigmático ejemplifica el llamado del ministro Arturo Zaldívar de ser más sensibles a las injusticias y no ver los asuntos como papeles nada más, sino entender que detrás de cada caso existen historias de vida que se rompen por una mala impartición de justicia.
Foto: Arturo Zaldívar