¿Dónde estamos las mujeres de la diversidad en el servicio público y los espacios de representación?

Pese a que la Constitución del 17 no tuvo madres, sus padres fundadores proclamaron la igualdad de todos los mexicanos. Y, a pesar de que Hermila Galindo, insistió en que la tercera persona del plural masculina incluía a las mexicanas, parece que eso no era tan claro en aquel momento, fue así como las mujeres quedamos excluidas de los derechos políticos un gran periodo. Hasta 1953 cuando se da un reconocimiento constitucional de forma explícita, sin embargo, es 1955 cuando las mujeres pudimos participar de forma efectiva en una jornada electoral en nuestro país. La incorporación formal de las mujeres a la vida política trajo consigo el inicio de los cambios en el sistema jurídico en materia de igualdad, y es hasta 1974 cuando Constitucionalmente se reconoce la igualdad jurídica de las mujeres, en aquella gran reforma de los artículos 4, 5, 30 y 123. Es aquí donde se establece la igualdad ante la ley de los hombres y las mujeres, la protección de la familia y el derecho a decidir libremente sobre el número de hijos. En el 2001 se incorpora el principio de Igualdad Constitucional, estableciendo la prohibición de discriminación por razones de género, finalmente en el 14 el principio de paridad.

En este orden de ideas osare en decir que la democratización en México ha sido tardía y atiende también a un contexto en América de años de dictaduras y gobiernos autoritarios, donde la lucha de aquel momento era restablecer el orden democrático planteado por Rousseau, orden que generaciones enteras preservaron y enarbolaron en el contrato social y su concepción declarativa de los ciudadanos, libres e iguales. Así, hicimos nuestro el espíritu nacionalista y construimos la llamada democracia para el hombre blanco y heterosexual; nuestro estado, sus leyes y sus poderes constituidos fueron creados bajo un modelo de ciudadanos de primera y de segunda. La sociedad mexicana sesgada de inaceptables estereotipos por años impuso límites que no permitían la visibilidad de las mujeres, de los grupos indígenas y también de las personas de la diversidad, era casi impensable que una mujer pudiera participar en la vida democrática y con ello en los espacios de representación y toma de decisiones.

El siglo XX estuvo marcado por la reivindicación feminista, la gran revolución gestada por las mujeres trajo consigo la conquista del derecho a la educación, al voto, la incorporación en el mercado laboral y finalmente el acceso a los cargos públicos, el anhelo de la igualdad jurídica entre hombres y mujeres se vio materializado de forma declarativa, sin embargo, la discriminación por razón de género prevaleció. Han sido muchas las mujeres que dejaron una huella en la construcción democrática y las instituciones de México, hoy la Suprema Corte, el INE, la Cámara de Diputados son presididos por una mujer, el congreso de la Ciudad de México tiene representación de las mujeres de la diversidad, sin embargo, el pensamiento patriarcal parece seguir haciendo eco porque no nos hemos enterado que no le debemos nada a ningún hombre.

Andrea Gutiérrez