¿Sigue siendo prioridad el aeropuerto?

Por lo pronto, urgente no es, porque la sobresaturación que tenía el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desapareció. Se desplomó el número de viajeros y por ende de vuelos. En los próximos meses o en lo que resta de 2020, no va a regresar el movimiento que se tenía en días previos a la aparición del coronavirus. Y cuando se recupere la “normalidad”, no será lo mismo. Es un hecho el ajuste de reglas y protocolos, la implementación de medidas sanitarias, sobre todo.

Además, el trauma del confinamiento, del miedo al contagio, tomará su tiempo superarlo, así que los viajeros o turistas, no se apresurarán para volverse a subir a un avión. También la crisis económica y seguramente el incremento en el precio de los boletos, serían otros factores para considerar.

Prueba de que en México la urgencia se desvaneció son los anuncios oficiales para retrasar la compra del aeropuerto de Toluca y desistir de la construcción de la terminal 3 en el AICM, medidas complementarias al proyecto de Santa Lucía, que ahora tiene etiqueta de esencial.

De acuerdo con los planes originales, el Felipe Ángeles deberá estar terminado el 21 de marzo de 2022. Para entonces es deseable que la tormenta del maligno virus sea solo tema de sobremesa y que el nuevo aeropuerto cumpla el objetivo de evitar la sobresaturación del actual.

En México, a diferencia de lo sucedido en otros países, sus planes de construir su nuevo aeropuerto no se han visto trastocados ni por el coronavirus ni la crisis económica.

La edición del diario estadounidense The Wall Street Journal del pasado 10 de junio publica un reportaje que da cuenta del impacto de la pandemia. Cita que el Aeropuerto de San Francisco pospuso el gasto de mil millones de dólares que se destinarían para renovar una terminal. El aeropuerto de Orlando, Florida, redujo la expansión de 19 salas de espera a 15. En el aeropuerto de Heathrow, en Londres, decidieron que no era prioridad construir una tercera pista, por el momento. En el aeropuerto Auckland, Nueva Zelanda, se suspendieron planes para nueva terminal y segunda pista. En contraste, mantienen luz verde obras de renovación en el aeropuerto de O’Hare en Chicago. Australia también sigue adelante con su segundo aeropuerto en Sidney. Frankfurt y Berlin-Branderburgo, Alemania, avanzan, el primero con una nueva terminal, el segundo con un aeropuerto.

Lo que hay que observar en el caso de México es que no vive su mejor momento económico.

Cierto que es necesario el nuevo aeropuerto, pero no estaría demás revisar su prioridad.