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El productor Sergio Andrade fue protagonista de uno de los capítulos más oscuros de la historia de la industria musical al enfrentar una condena por abuso, agresiones y toda clase de maltratos a varias adolescentes que reclutó con la promesa de hacerlas estrellas.
Su éxito en el mundo del entretenimiento comenzó a desmoronarse en 1998 con la denuncia pública de Aline Hernández en su libro “La gloria por el infierno”.
Sin embargo, fue hasta 2000, cuando lo detuvieron en Brasil, junto con Gloria Trevi y María Raquenel Portillo, acusado de secuestro, abuso y corrupción de menores.
Luego de tres años de prisión en Brasilia, Andrade fue extraditado a México y, en 2005, fue sentenciado a siete años y diez meses tras las rejas.
Después de cumplir su condena, en 2007, Andrade mantuvo un perfil bajo, pero siguió trabajando en la música, abrió su propio canal de YouTube y, para sorpresa de muchos, publicó algunas de sus composiciones.
En medio de la demanda que enfrenta en una corte de California por dos mujeres que afirmaron que fueron víctimas del clan Trevi-Andrade y de la contrademanda de Gloria Trevi por violencia y abuso, Andrade reapareció con nueva música.
En una aparición inesperada en su canal de YouTube, mencionó que estaba sumamente contento por su regreso al mundo de la música.
«Le agradezco a Dios esta nueva oportunidad de expresar sentimientos y emociones para establecer comunicación con el mundo por medio de lo más noble que hay para alimentar el espíritu: el arte», dijo.
Explicó que después de muchos años de estar alejado de la industria nuevamente podía retomar su faceta de compositor y productor musical.
«Luego de muchos años, muy alejado de muchas cosas, he vuelto a escribir canciones con el entusiasmo y la esperanza de aquellos tiempos en que la música, las letras y el piano eran mi vida, mi ilusión, el aire que respiraba», afirmó.