Fragmentos
POR MARIA CABADAS
maria.cabadas@contrareplica.mx
El Gobierno de México, a través de la secretaría de Relaciones Exteriores, se congratuló por el anuncio dado a conocer ayer vía el Fiscal Federal y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, siglas en inglés) en el que le imputan cargos federales por crimen de odio a Patrick Crusius, el hombre acusado de matar a 22 personas en un tiroteo que tuvo como objetivo a mexicanos en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas,
Además, tomó nota de los avances en la investigación en curso contra de este individuo que también hirió a 24 personas más en el tiroteo en la tienda Walmart de El Paso el pasado 3 de agosto.
Ocho mexicanos estuvieron entre las víctimas fatales del ataque en la tienda de la cadena Walmart a la que suelen acudir clientes de la vecina Ciudad Juárez, México.
“Desde un inicio, ambos gobiernos acordaron intercambiar información de sus respectivas investigaciones, en estricto apego a los marcos normativos de cada país, coincidiendo en la importancia de llevar a cabo una investigación profunda de los hechos y de sus causas”, señaló.
Con los nuevos cargos anunciados, se reitera la condena en contra de los discursos de odio, la xenofobia y el supremacismo blanco, así como de cualquier acto de violencia. “Lo anterior en consonancia con los esfuerzos del Gobierno de México para construir sociedades más inclusivas y pacíficas, que reconozcan la pluralidad y la valía de la diversidad”, expuso.
El consulado de México en El Paso continuará dando seguimiento a este proceso judicial y a la atención a las víctimas mexicanas del ataque y a sus familiares.
Un manifiesto atribuido al responsable de la matanza del 3 de agosto, durante un ajetreado día de compras por el regreso a clases, reveló que el ataque tenía el objetivo de ahuyentar a los hispanos de Estados Unidos.
El tiroteo ocurrió en un momento en que funcionarios de inmigración trataban de hacer frente a una multitud de migrantes en la frontera con México y en medio de una batalla política sobre su trato.
El Paso era el epicentro de la llegada de migrantes. El presidente estadounidense Donald Trump ha convertido los operativos contra la inmigración no autorizada en un sello distintivo de su gobierno y el polémico tema ha llamado la atención alrededor del mundo.