En las últimas horas, Rebeca García, de 33 años, fue detenida en Venezuela, específicamente en la localidad de El Hatillo, al sureste de Caracas, tras ser acusada de acosar sexualmente a mujeres durante siete años. Numerosas denuncias en redes sociales señalaron que García enviaba correos electrónicos y se presentaba en los hogares de las víctimas para atormentarlas.
Según información recabada, desde 2017, García acechaba a sus víctimas, yendo a sus casas, a sus autos, enviando mensajes de texto y correos electrónicos. También, utilizaba graffitis para escribir los nombres de usuario de las denunciantes. La detención fue ordenada por la Fiscalía local después de una serie de denuncias alarmantes.
Videos y capturas perturbadoras circulan en línea, mostrando a García subiéndose encima de los autos, enviando amenazantes correos electrónicos y presentándose en varias casas de la localidad mencionada.
Una de las denunciantes más destacadas fue Anny de Trindade, quien reveló en sus redes sociales el acoso que había sufrido durante años y exigió que la Justicia venezolana actuara. "Estoy harta del acoso sexual de Rebeca García y estoy harta de que la ley la proteja solo por ser mujer", declaró Trindade.
Otra denunciante, Coco Aguirre, compartió videos de García subiéndose a su auto estacionado dentro del complejo donde vive. Aguirre afirmó haber sido acosada por más de siete años y que el acoso llegó hasta la puerta de su casa, invadiendo su espacio seguro. A pesar de haberse acercado a la Policía, Aguirre aseguró que le dijeron que García no había cometido ningún crimen.
La situación tomó una nueva dimensión cuando el fiscal Tarek William Saab anunció que se designaron fiscales a nivel nacional para investigar a García y a su hermano Francisco, ambos implicados en el caso.
Se les acusa de delitos que incluyen promoción o incitación al odio, exhibición de pornografía infantil y agavillamiento. Según el fiscal, los hermanos acosaban a múltiples víctimas, incluyendo mujeres y niños, hostigándolos, tomando fotos íntimas y amenazándolos de muerte, lo que generaba zozobra en la población.