Autoridades guardan silencio ante violencia sexual organizada en escuelas de México: ODI

La Oficina de Defensoría de los Derechos de la infancia (ODI) presentó el informe “Es un secreto. La explotación sexual infantil en las escuelas” con la finalidad de hacer visibles los casos de abuso sexual colectivo y organizado en 18 escuelas públicas y privadas en 7 estados de la República Mexicana, en donde se detectaron patrones similares como la sedación de niñas y niños de entre 3 y 7 años de edad para ser retirados de las escuelas y participar en actos sexuales siendo amarrados, agredidos y en ocasiones video grabados.

Para conversar sobre el tema la Iniciativa Tejiendo Redes Infancia para América Latina y el Caribe realizó el Webinar ¿Cómo opera la violencia sexual organizada en las escuelas?.

Mariana Gil, abogada en la ODI, refirió que el informe es un grito de ayuda ya que desde el 2008 que comenzaron las investigaciones, no hubo respuesta por parte de la Fiscalía, probablemente debido al prestigio de académicos e instituciones académicas involucradas. Lo que se espera luego de la publicación, es que se trabaje en investigaciones serias y diligentes, que se garantice a las víctimas la investigación, con métodos especializados de escucha de testimonios de niñas y niños, eliminación de espacios ocultos en planteles educativos, modificaciones a los procesos administrativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuando se tenga sospecha de un caso de abuso sexual infantil.

Brenda Caballero, Psicóloga también en la ODI se refirió a la importancia del trabajo de acompañamiento, como proceso previo y durante una denuncia, y no sólo como acción aislada, contemplando los mecanismos de prueba anticipada, que contemplan dar información a la niñez sobre qué hace un juez, como será el proceso de denuncia, como una herramienta de intervención especializada en la toma de testimonios de niñas y niños víctimas del delito de violencia sexual, que los empodera, “cuando una persona menor de edad llega a un juzgado sin preparación se siente intimidado. Sin métodos de intervención especializada, las víctimas de entre 3 y 7 años no declaran lo que un ministerio público esperaría como fechas y ubicaciones específicas”, señaló.

Santiago, persona joven y activista por los derechos de la infancia en Argentina, señaló que el abuso sexual es un delito que no tiene frontera y que ante esta esta realidad los datos son escalofriantes, ya que en su país de cada 100 casos de abuso sexual sólo 10 son denunciados y sólo 1 concluye con una sentencia.

Las especialistas de la ODI coincidieron en la importancia del fortalecimiento de la comunicación en las relaciones padres, madres, tutores e hijos con mensajes claves fundamentales como: “Si te pasa algo que no te guste y me cuentas, te voy a creer. Si te pasa algo que te lastime, yo te voy a proteger. Las cosas hacen las personas adultas que lastiman a las niñas y niños, nunca son culpa de los niños”.

Asimismo, las especialistas proponen algunos elementos de prevención en procedimientos judiciales que involucren a las infancias: 1) Que quien tome testimonio de una persona menor de edad tenga conocimientos en psicología y/o desarrollo infantil 2) Que el ingreso a instalaciones judiciales sea por un acceso diferente 3) Que se les permita ingresar sus propios juguetes 4) Que se acorten los tiempos de espera 5) Que la toma de testimonio sea en lugares adecuados 6) Que las declaraciones sean videograbadas, para evitar la revictimización.

Sobre los patrones detectados en escuelas involucradas en el delito de violencia sexual infantil se destacan los siguientes: niñas y niños presencian sexo entre personas adultas, son obligados a realizarse tocamientos entre sí, participan en prácticas ritualistas y grotescas, narran el uso de disfraces.

Juan Martín Pérez, conductor del webinar y coordinador de la iniciativa regional, hizo un llamado a conocer el Informe “Es un secreto. La explotación sexual infantil en las escuelas”, para que en caso de que haya registros similares en otras naciones, reunir mayores de elementos de exigencia a los Estados, frente a la vulneración de las infancias, frente a la violencia sexual.

Sobre el papel preventivo y de observación que tienen las madres y padres de familia, la ODI destaca lo siguiente: Los padres tienen que observar los juegos de niñas y niños, ya que el juego es su mayor método de expresión, es importante hablar sobre personas que no son buenas y aprender a identificarlas, educar sobre límites de sus cuerpos, nadie puede tocarles; nadie puede grabarles y tomarles fotografías en ausencia de sus tutores. También es necesario prestar atención a cambios repentinos en hábitos de sueño, alimentación o control de esfínteres y dolores en el cuerpo. Cuando las niñas y niños estén en casa, también hay que monitorear lo que consumen en internet.

Imagen: Cuartoscuro