Bancos Centrales nos mandan al matadero

Siempre es chocante cuando alguien suelta un “te lo dije” y resulta que tenía razón. Por eso, aunque no quisiera, tengo que lanzar un “se los dije”. La momentánea euforia que vivieron los mercados accionarios hace una semana, se esfumo unos días, casi horas después. El combate a la inflación sigue siendo tan costosa y difícil como la guerra en Ucrania. Ambos acontecimientos nos están llevando hacia una recesión mundial.

Como si fuera parte de un libro apocalíptico, hemos vivido la peste, la guerra y (espero equivocarme) viene el hambre. Si los organismos internacionales, los gobiernos del mundo y las autoridades monetarias globales siguen con su falta de creatividad; no habrá escapatoria para la recesión. Aumentar las tasas de interés junto con la reducción de los balances de activos, no han sido del todo exitosos en el mundo y la Reserva Federal (FED) de EU es una muestra.

La semana pasada todo mundo esperaba que el dato de inflación a agosto en Estados Unidos mostrara una tendencia a la baja. Y así lo fue, pero más tímida de lo que se esperaba y ansiaba. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en ese país fue de 8.3% cuando el pronóstico de todos los analistas consultados por la agencia Reuters, era de 8.1%.

Muchos pensaban que con el incremento de 75 puntos base de la FED el 27 de julio y la ejecución del plan de subsidios a los combustibles, los precios bajarían más. No obstante, fue insuficiente y ya nadie duda que mañana se subirán otra vez las tasas de interés.

El consenso es que se repetirá la dosis, pero algunos consideran que es necesario elevarla hasta 100 puntos base, es decir; un punto porcentual. Soy de los que piensa que 100 es una barbaridad y es meter el freno hasta el fondo y con ello para la máquina económica.

Eso lo comenzaremos a palmar en las próximas horas, pero lo confirmaremos mañana miércoles con el anuncio de la política monetaria de EU. No obstante, eso será solo el inicio de la cascada de aumento de tasas de interés globales.

El jueves, el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco de Japón, incluso algunos bancos centrales más modestos como el de Noruega y Suiza; seguirán el mismo camino de la FED. Nadie duda que todos estos bancos centrales elevarán sus tasas; la duda es que tan agresivos serán los incrementos.

Con esto, las autoridades monetarias le meterán el freno y una operación de carnicero a la economía global; condenándonos a la recesión mundial para 2023. No hay alternativas, planes especiales, ni políticas que remedien la situación. A nadie se le ocurre, por ejemplo; tratar de serenar a rusos y ucranianos o chinos y taiwaneses. Nadie piensa en celebrar acuerdos arancelarios para reducir los costos de producción. A nadie se le ocurre la colaboración, apuestan por el conflicto y la crisis… Ahhh, creo que ya entendí, in god they trust.