Bruselas tiene un plan para desconectarse de la energía rusa

Por Federico Reyes

La Comisión Europea lanzó un plan que busca cerrar lo antes posible el suministro energético de Rusia. Esta iniciativa surge por la urgencia de una guerra que pone en jaque la seguridad del suministro y la volatilidad de los precios; a su vez, pretende solucionar problemas a nivel continental.

Con ello, ya no se financiaría a Rusia, país al que la UE paga anualmente cerca de 100,000 millones de euros por las importaciones de combustibles desde Rusia, según Bruselas.

La propuesta tiene varias aristas, como el incremento “masivo” en inversiones en energías renovables, ante el alza en la factura de la luz. Además, en bloque se comprará el gas en los mercados internacionales con un financiamiento de hasta 2.000 millones de euros en infraestructuras de petróleo.

Además, se podría imponer un precio regulado a nivel comunitario para las importaciones de gas en caso de que se de una disrupción del flujo desde Rusia. Esta propuesta podría modificar a nivel continental la adquisición de recursos energéticos.

En ese sentido, países como Italia, puedan unirse a la llamada “excepción ibérica”, el mecanismo que ha permitido a dos países poco interconectados en el mercado eléctrico, como España y Portugal, limitar de igual forma el costo del gas.

“La guerra de [Vladímir] Putin está perturbando gravemente el mercado energético mundial”, señaló Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

“Muestra lo dependientes que somos de los combustibles fósiles importados. Pero también lo vulnerables que somos al depender de Rusia para importar nuestros combustibles fósiles. Por eso debemos reducir lo más rápido posible nuestra dependencia energética de Rusia”, dijeron las autoridades europeas.

La iniciativa de Bruselas ya llevaría un avance al verse disminuidas las importaciones de gas ruso al 40% respecto al 2021, mismas que se reportaron al 26% en abril de este 2022.

El “REPower EU” prevé el ahorro de energía y la reducción del consumo, aceleración de la desconexión de los combustibles fósiles, nuevos suministradores de energía y proyectos de hidrógeno verde, que sustituiría al gas.

Por último, se recordó que “el actual marco jurídico de la UE ya prevé que, en caso de crisis extrema, los Estados miembros puedan solicitar a sus Estados miembros vecinos medidas de solidaridad… el último recurso en caso de escasez extrema de gas para garantizar el suministro a los hogares, los sistemas de calefacción urbana y las instalaciones sociales básicas del país afectado”.

Imagen: AFP