Columnas
Recientemente en diversos medios y plataformas de comunicación fueron publicadas diversas afirmaciones calumniosas en contra de mi persona.
Casualmente, en ninguna de ellas se buscó contacto alguno con el que suscribe, como lo mandata el código de ética periodística, para otorgarme el derecho de aclarar o precisar lo relativo a dichas calumnias.
Me inscribí para participar en el proceso histórico de elección de Magistrados antes de entrar a colaborar a mi actual función en la CNDH. El proceso de inscripción concluyó el 24 de noviembre de 2024 y mi encargo actual como Coordinador de Seguimiento de Recomendaciones y Asuntos Jurídicos de la CNDH tuvo inicio el día 27 del mismo mes y año.
Es importante aclarar que actualmente me encuentro total y absolutamente comprometido con el proceso de transformación de la CNDH que encabeza la Mtra. Rosario Piedra Ibarra, a quien le tengo un enorme respeto y admiración por la profunda labor de transformación institucional que realiza al frente de un equipo sólido, capaz y comprometido, del que me honro en formar parte gracias a su generosidad..
Entiendo que el temor de algunos interesados los haya motivado a orquestar una “campaña sucia” en contra de mi persona, derivada de viejas acusaciones en falso que en su momento fueron dirigidas a un hermano mío (y no a un servidor)
Cabe resaltar que la denuncia promovida en contra de mi hermano fue declarada improcedente y se decretó su reserva desde el año 2016. (Cuento con copia certificada del documento que lo acredita). Proceso en el cual el suscrito jamás estuvo involucrado.
Lo cierto es que una candidata que no obtuvo un triunfo en las urnas, creó una fallida estrategia jurídica y mediática en la que intentó involucrar a miembros de mi familia para ejercer presión con el fin de obtener una sentencia favorable a sus intereses en el Tribunal Electoral del entonces Distrito Federal que el suscrito presidía en aquel momento. Pero el resultado de dicha resolución fue apegado a derecho y no le favoreció. Entonces, ¿en qué consistiría el supuesto “tráfico de influencias”?
A quienes mi nombre les resulte “incómodo” les exhorto a que estén tranquilos, ya que por las razones arriba expuestas, no habré de participar actos de campaña, y mucho menos distraeré un peso o recurso de mi actual actividad con la que me encuentro al 100% comprometido.
Flor de Loto: Una trayectoria pública impecable de más de 30 años en el servicio público y la academia, en la que he desarrollado un prestigio que me respalda ampliamente, así como los principios y valores con los que vivo mi vida, no se pueden manchar ni eliminar a golpe de calumnias en medios de difusión, y además, sin respetar los límites constitucionales para el escrutinio público.