Covid “sí existe y es muy feo, es una tontería que no crean”

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Frente al Hospital de la Perla, en Nezahualcóyotl, varias familias esperan a saber de sus familiares internos, enfermos de Covid-19. En la calle, sentados en banquetas, en banquitos, dentro del automóvil, con rostros de cansancio y tristeza, untándose gel en manos, cara, cabeza y piernas, y rociando agua con cloro entorno a ellos.

“Muchos entran, pocos salen vivos”, dice una mujer envuelta en una cobija, como quien tiene mucho frío, aunque el calor en realidad es insoportable.

Allí, la familia de David Albarrán Velázquez, un taxista de 56 años, esperan a que les entreguen su cuerpo, pues a tres días de internado falleció al no aguantar el intubamiento.

Este lunes a las 9 de la mañana, la señora Araceli Rojas recibirá el cuerpo de su esposo. Ella sabe que este coronavirus no es un invento, sino algo que le duele mucho a su alma.

“Yo les digo a la gente que crean, que es una tontería que no crean, sí existe y es muy feo”, lamentó

Familiares de este finado van juntándose frente a este hospital de rejas verdes, donde las personas tienen poco ánimo de la presencia de esta reportera, y mucho menos de dar alguna entrevista, pues este nosocomio en Neza, municipio del Estado de México, está destinado para atender a los contagiados con la pandemia.

“Mi abuelita es la que no sabe”, habla por teléfono Samantha, hija de David Albarrán. Su voz se quiebra. Recibe las condolencias de sus seres queridos que van enterándose de esta desgracia.

El señor David no pudo guardar cuarentena y seguía trabajando, hasta que empezó a sentirse mal, y en su propia casa se alejó de sus seres queridos, aislándose de ellos.

El viernes su situación física ya no le dio más y tuvo que acudir a este hospital.

Samantha narra que en este lugar ubicado en la colonia La Perla, sólo les da información una vez al día, y no los dejan estar fuera del hospital —sin embargo, sí se constató la presencia de varias personas, algunas dentro de sus automóviles en espera de mayores datos—.

“Nos dijeron que era para evitar contagios, y nos dieron un número telefónico para preguntar por nuestro paciente o por si le faltan un medicamento”, narró.

Estos deudos decidieron retirarse sin el cuerpo del finado, pues este domingo no se podía entregar, ya que el Registro Civil no trabaja los fines de semana, no importa que haya una pandemia que todo lo alteró.

Antes de retirarse, se untan gel, echan agua con cloro en la zona que ocuparon para esperar. Recogen sillas y cobijas, y las suben a un triciclo.

Samantha acepta platicar con ContraRéplica y cuenta que su papá estuvo en la parte trasera del hospital, cerca del estacionamiento, en una zona aislada donde no pudieron verlo más, aunque a otros menos graves sí se les permiten visitas, según dieron a conocer otras personas.

¿Aquí qué les han dicho?

Que tenía un cuadro de neumonía, pero al aplicarle la prueba dio positivo a Covid-19… y hoy domingo en la madrugada a las 4 am murió. Nos dijeron que no aguantó la intubación.