La culebrilla puede ser detonada por el estrés, que ha comenzado a ser parte de la vida cotidiana de las personas y se convierte poco a poco en una enfermedad crónica.
A la culebrilla, también se le conoce como herpes zóster y es causada por el mismo virus de la varicela, que al contagiarse permanece alojado en el cuerpo.
Este virus puede estar por muchos años en el organismo sin causar ningún problema, sin embargo, cuando reaparece lo hace en forma de culebrilla.
La depresión, insuficiencia cardiaca y diabetes son algunas de las enfermedades que causa el estrés, y a ellas debe añadirse la culebrilla, que pueden causar graves consecuencias.
De acuerdo con la American Academy of Ophthalmology, el salpullido que ocasiona la culebrilla es muy doloroso.
De hecho, con el tiempo también causa dolor neuropático, es decir, en los nervios de la zona afectada. La presencia de la culebrilla en la piel se puede dar por un periodo de entre dos semanas a un mes.
Se sabe que una de cada tres personas, en algún momento la van a padecer.
Sus síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, mucho cansancio, ampollas con líquido, zonas rojas en la piel, y dolor y hormigueo.
Es de resaltar que este virus sí puede generar consecuencias graves, si llega a presentarse en los ojos, puede llegar a generar desprendimiento de retina y la ceguera.
En el caso del oído sordera y al aparecer en la cabeza, encefalitis o una parálisis facial.
Es importante señalar que este padecimiento, no se contagia de persona a persona, sin embargo, la varicela sí. Ante cualquier molestia lo primero es acudir con el médico.
Con información de El Heraldo de México
Imagen Especial