Economía global, en ruta de aproximación

Dentro de esa ruta de aproximación, los indicadores económicos de las dos principales potencias económicas mundiales; Estados Unidos y China; nos pueden indicar si tenemos que prepararnos a un aterrizaje suave o complicado.

Los datos que en las últimas horas ha arrojado la economía China nos podrían dar señales de que el descenso será trompicado. Las ventas minoristas (o al por menor) de China cayeron 11.1% en abril con respecto a hace un año, más que el descenso del 6.1% previsto por analistas consultados; además, el desempleo en las 31 ciudades más grandes del país alcanzó un nuevo máximo del 6.1% en abril y, por último; la producción industrial cayó 2.9% en abril cuando se esperaba un ligero aumento de 0.4%.

Los especialistas aseguran que estos malos indicadores son el efecto de las medidas de confinamiento por la Covid-19 que afectan a Shanghái y otras ciudades; pero también un indicador de que la economía china demandará menos petróleo en los próximos meses.

En contraparte, esta semana, Estados Unidos revelará datos económicos que podrían dar indicios del efecto que han tenido la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) para frenar la inflación en ese país. Tal vez para este momento ya se sepa cuál es el dato de las ventas minoristas de abril en EU, pero los especialistas esperan un aumento de 0.9%, cifra ligeramente mejor que el 0.7% de marzo.

Sin embargo, esta misma semana también se darán a conocer datos sobre la construcción de viviendas y venta de viviendas existentes; además de la actividad manufacturera en algunas regiones de EU. Esto nos daría más claridad para saber si los consumidores siguen gastando pese a la falta estímulos del gobierno y el aumento de los precios; con lo cual sabremos si el aterrizaje planeado por la Fed será suave o turbulento.

Sin embargo, otro asunto que tomó desprevenidos a muchos y que en las próximas semanas puede influir en las proyecciones macroeconómicas; es el fuerte incremento en los precios internacionales del trigo, luego de que el gobierno de India impuso una prohibición a las exportaciones de ese cereal, ante la repentina reducción en las expectativas para el abasto local. Ojo con el dato pues ante la crisis de producción de trigo mundial por la guerra entre Rusia (tercer lugar mundial) y Ucrania (sexto lugar mundial), la India es uno de los pocos proveedores de trigo que podría vender cereal, pero no para todo el mundo. ¿La peste, la guerra y el hambre? ¡Ay, nanita!