Ronald Johnson, nominado por Donald Trump como embajador de Estados Unidos en México, afirmó que la cooperación bilateral será clave en la lucha contra el narcotráfico, aunque no descartó la posibilidad de acciones militares contra los cárteles. Durante su comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que su prioridad sería coordinar cualquier medida con el gobierno mexicano.
El diplomático enfatizó que la seguridad nacional y el combate al tráfico de drogas y personas serán ejes de su gestión. Destacó que México ha mostrado disposición en el fortalecimiento de la frontera mediante el despliegue de 10,000 elementos de la Guardia Nacional y la aceptación de deportaciones de migrantes.
Respecto a la administración de Claudia Sheinbaum, Johnson expresó optimismo, aunque reconoció que la nueva presidenta aún lleva poco tiempo en funciones. Resaltó la necesidad de fortalecer el intercambio de inteligencia para rastrear precursores químicos y frenar el tráfico de drogas en la región.
El posible embajador subrayó que, si la seguridad de los ciudadanos estadounidenses estuviera en riesgo, "todas las cartas están sobre la mesa", abriendo la puerta a medidas más drásticas en caso de ser necesario.