En México, deficiente gestión de residuos: ambientalista

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Una bolsa de tela debe ser usada más de 300 veces y una de papel más de siete para justificar el impacto ambiental de su producción, señaló Alejandra Ramos Jaime, ambientalista y embajadora honoraria de la Fundación para la Educación Económica en América Latina, quien señaló que el problema de la contaminación por residuos sólidos es más complejo que dejar de usar bolsas de plástico.

En entrevista con ContraRéplica, la también iniciadora del movimiento #LaSolucionSoyYo explicó que en la fabricación de bolsas de plástico hay mayor eficiencia ecológica, en relación con las alternativas de tela o cartón, de acuerdo con un análisis de ciclo de vida realizado por la Agencia Ambiental del Reino Unido en 2011.

A raíz de las legislaciones de prohibición de ciertos productos plásticos, Alejandra Ramos empezó a investigar los costos ocultos; es decir, económicos y ambientales, así como las consecuencias no intencionadas y los resultados de este tipo de políticas públicas, y encontró que existe una profunda falta de seriedad en el análisis.

“El problema radica en cómo llegan los desechos al medio ambiente y no es exclusivo de bolsas o popotes de plástico. La prohibición es sólo una medida que busca el aplauso rápido, carece de resultados y es costosa, ya que se prohíbe la alternativa cuya fabricación es la más eficiente y abarata la correcta disposición y separación de residuos al ser comúnmente utilizada como bolsa de basura, mientras el problema de raíz continúa sin ser atendido”, explicó.

La ambientalista señaló que la deficiente gestión del manejo de la basura es el problema a atender. Ya que, en México, el destino final de 87 por ciento de los residuos llega a los tiraderos a cielo abierto, los cuáles no cumplen con las normas ambientales que eviten la dispersión de la contaminación por subsuelo o aire.

Ante ello, dijo que existen un sinfín de soluciones menos costosas que pueden ser aplicadas, como permitir la participación privada para el desarrollo de nuevas y mejores tecnologías en la recolección y tratamiento de residuos, la consolidación de instituciones que realmente velen por el cumplimiento de las normas ambientales, la aplicación de sanciones a quienes incumplan y la aplicación de incentivos a la innovación y las conductas adecuadas más allá de la limitación de libertad y prohibiciones de materiales.

Refiere que es imperante que el gobierno sustente cualquier iniciativa, especialmente aquellas que coartan la libre competencia con fundamentos científicos y económicos, que se busquen alternativas que mediante incentivos logren cambiar realmente la conducta de las personas y sobre todo que asuma la responsabilidad de cumplir las normas ambientales en la gestión de residuos, aceptando la participación ciudadana y del sector privado si es necesario.

El Gobierno de la Ciudad de México publicó el 3 de marzo el decreto por el que se reforman y adicionan artículos del Reglamento de la Ley de Residuos Sólidos, en el cual se precisó que no se permitiría el uso de bolsas de plástico salvo por razones de sanidad; sin embargo, por el momento, derivado de la contingencia sanitaria por el Covid-19, pocos establecimientos han cumplido con la medida.

Ramos Jaime busca informar sobre problemas ambientales y soluciones reales, mediante la discusión abierta en la que estos temas toman relevancia y espacio en la agenda pública. “Lo más importante para el movimiento es hacerlo siempre desde los valores de la responsabilidad individual, en donde todos puedan aportar algo para ser parte de la solución y no del problema”, dijo.

Todos podemos hacer cambios desde casa, como separar adecuadamente los residuos, reciclar e informarse adecuadamente y difundir información fundamentada, concluyó la ambientalista.