Tras una larga batalla y entre dudas, Boris Johnson se despidió del Parlamento británico tras su última sesión de preguntas como primer ministro, donde defendió su trayectoria entre los aplausos de los conservadores y los abucheos de la oposición.
“Misión ampliamente cumplida. Estos últimos años han sido el mayor privilegio de mi vida”, dijo enfático el primer ministro, agregando que posterior a estos hechos se dedicará a : “hacer lo que cree que los ciudadanos esperan que haga: avanzar en los temas por los que fuimos elegidos en 2019.”
Fue el pasado 7 de julio cuando Boris anunció su dimisión tras perder el apoyo de su Partido Conservador en un contexto de múltiples escándalos que lastraron su popularidad.
El sucesor de Johnson se conocerá el 5 de septiembre, al término del receso parlamentario que comienza el viernes.
Keir Starmer, le interrogó sobre la actual campaña en el seno de su partido para sustituirle como líder e inquilino de Downing Street, incluida la cancelación de un debate televisado entre los candidatos el martes.
“Permanezca cerca de los estadounidenses, apoye a los ucranianos, luche por la libertad y la democracia en todas partes. Baje los impuestos y desregule donde pueda para hacer de este país el mejor lugar para vivir e invertir”, comentó.
Diputados conservadores votan por quinta y última vez este miércoles para designar a los dos candidatos finalistas a su sucesión, entre quienes elegirá después los cerca de 200 mil afiliados del Partido Conservador británico.