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El gobierno de Gustavo Petro entregó más de 1.440 hectáreas de tierra fértil en el norte del Cauca a comunidades indígenas, campesinas, raizales, negras y palenqueras, en un acto que denominó "de justicia social".
Esta iniciativa forma parte del "Pacto por la Defensa de la Vida, el Territorio y la Convivencia en el Norte del Cauca", un acuerdo promovido por la vicepresidencia, el Ministerio del Interior y el sector de la agricultura.
Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, pidió a los grupos armados que permitan la paz en la región.
Además, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Harman, destacó los avances en las pretensiones territoriales y la superación de incumplimientos de gobiernos anteriores.
Por su parte, el pacto busca fortalecer el diálogo intercultural, impulsar la agroindustria y mitigar los efectos del cambio climático en la región.
La alianza incluye a organizaciones como la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) y la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC), junto a representantes del sector azucarero.
Este acuerdo denominado "histórico" por el Gobierno, marca un avance en la Reforma Agraria Integral, facilitando el desarrollo de proyectos estratégicos que benefician a más de 600 familias con iniciativas en cacao, café y cítricos